Los Cinco Órdenes de Arquitectura según Vignola: Un Legado Renacentista

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Reglas de los Cinco Órdenes de Arquitectura de Vignola

Tras una primera apreciación del libro, que ya se trasciende del prólogo de Delargadette, vemos que más que a los alumnos va dirigido a los maestros, a los cuales les dice que “antes de permitir que sus discípulos empiecen a dibujar deben darles unas nociones de lo que es la arquitectura y sus órdenes, porque de esa manera hallarán menos aridez y más gusto en este trabajo (en el estudio de la arquitectura), al paso que sus adelantamientos serían mucho más rápidos”. Habría que enseñarles en primer lugar la geometría y las figuras geométricas y en segundo lugar, pasando ya a la arquitectura, su origen y sus diferentes denominaciones; qué es un orden y cuáles son los miembros que lo componen, extendiéndose sobre los cinco órdenes que para él son la base de la arquitectura. Para una mayor ilustración, el prologuista pone a continuación de la traducción del libro de Vignola, una descripción de los cinco órdenes y algunas puertas de composición suya.

En el libro, publicado en 1562, con ya el Renacimiento un poquito vencido, Vignola quiere recomponer el arte de la arquitectura, pues consideraría que los jóvenes arquitectos no tenían los suficientes conocimientos para edificar, siguiendo unas pautas, un método, y en definitiva, una ciencia.

La Geometría como Base Fundamental

En primer lugar, considera que la base de todo es el conocimiento de la geometría, pues ya los egipcios la inventaron para remediar los problemas “catastrales” que tenían, para delimitar las fincas en un plano antes de la crecida del Nilo. Asimismo, los egipcios haciendo observaciones más profundas y con una práctica puramente mecánica, construyeron una ciencia, la geometría, que ha sido tan útil a todas las artes.

Definición de Arquitectura según Vignola

Tras los conocimientos de geometría, el punto, la línea, el ángulo, los planos y los volúmenes, pasamos a la arquitectura que es donde se deben emplear. Así, Vignola define la arquitectura como la ciencia de los edificios, o el arte de construir observando buenas proporciones. De ahí que su origen, según el citado autor, sea la necesidad que siente el hombre de liberarse de los elementos climáticos y de la agresión de los animales, así también piensa Vitrubio. Primeramente los hombres se albergaron en cuevas, después al hacerse más numerosas las poblaciones, inventaron nuevas habitaciones y conforme se iba formando la sociedad, se fueron perfeccionando los habitáculos, haciéndose cada vez más cómodos y más sólidos.

Los Órdenes Arquitectónicos: Toscano, Dórico, Jónico, Corintio y Compuesto

Tras estas primeras nociones de geometría y de arquitectura pasa Vignola a hablar de los órdenes en arquitectura siguiendo el arte griego y el romano, así pues hace una descripción de los órdenes toscano, dórico, jónico, corintio y compuesto, acompañando una serie de láminas descriptivas de ellas, describiendo los tipos de columnas y las partes de los templos en cada uno de los órdenes.

El Estudio de las Sombras en la Arquitectura

Se observa que hay un añadido con un prólogo del propio autor sobre las sombras en la arquitectura, ya que siguiendo la doctrina de Vitrubio que dice que “los edificios están para verlos desde donde se miran” es muy importante para el arquitecto el estudio de las sombras que la luz produce en los mismos. No es lo mismo la incidencia de la luz en 45º que en 60º, pues según Vignola el mejor efecto se produce cuando están alumbrados por un ángulo de 45º, ya que por la forma y el tamaño de las sombras, podemos juzgar la perfección y calidad de los alzados geométricos. Donde mejor se aprecia toda esta teoría más que en los edificios es en su trazado geométrico en el plano. De esa manera se entiende mejor la planta de los monumentos, sus columnas, sus cornisas, sus entablamentos, etc.

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