Organizaciones como Cárceles Psíquicas y Sistemas Autopoiéticos: Una Perspectiva Psicológica y Sociológica
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Organizaciones como Cárceles Psíquicas: Una Analogía con la Caverna de Platón
La Organización como Fenómeno Psíquico
Esta metáfora concibe a las organizaciones como un fenómeno psíquico, en el sentido de que están creadas y sostenidas, en última instancia, por procesos conscientes e inconscientes. Se establece una comparación con el mito de la caverna de Platón, en la que los prisioneros se encuentran encadenados de espaldas a una entrada por donde penetra la luz de un fuego. Estos individuos solo pueden observar las sombras de las personas y objetos proyectadas en la pared frente a ellos, creyendo que estas sombras constituyen la realidad y desconociendo la verdadera naturaleza de su entorno.
La Ilusión de la Realidad
Los prisioneros, acostumbrados a su limitada percepción, rechazarían con temor cualquier descripción del mundo exterior y considerarían peligrosa a toda persona que intentara exponer la verdad de manera reiterada. Este mito nos invita a reflexionar sobre las relaciones entre apariencia, realidad y conocimiento. A menudo, nos encontramos atrapados por ilusiones, lo que nos lleva a interpretar la realidad de un modo limitado y distorsionado.
Autopoiesis y la Lógica de los Sistemas de Autoproducción
Sistemas Cerrados y Autonomía
Tradicionalmente, se ha considerado que el cambio en las organizaciones es causado por el entorno. Sin embargo, los biólogos Humberto Maturana y Francisco Varela proponen una perspectiva diferente, afirmando que los seres vivos son organizaciones cerradas. Son sistemas autónomos de interacción que solo se referencian a sí mismos. Según estos autores, los sistemas vivos se caracterizan por tres rasgos fundamentales:
- Autonomía
- Circularidad
- Autorreferencia
La Autopoiesis: Capacidad de Autoproducción
La autopoiesis se define como la capacidad de autoproducción a través de un sistema de relaciones cerradas, cuyo objetivo es producirse a sí mismo. Estos sistemas implantan modelos de interacción autorreferenciales, percibiendo el entorno como una extensión de sí mismos. No hay un comienzo ni un final definido en el sistema, sino un bucle cerrado de interacción. La relación con el entorno está determinada internamente, y los sistemas solo pueden cambiar mediante modificaciones autogeneradas en su identidad, manteniendo un conjunto de relaciones repetidas.
El Cambio Organizacional según la Autopoiesis
Según Maturana y Varela, las fuentes del cambio son las variaciones al azar. Las organizaciones interpretan (inconscientemente) el entorno como una proyección de su propia imagen, una proyección de sus propios intereses que funciona como un sistema autoproductor. El egocentrismo o la sabiduría sistémica determinan el grado en que las organizaciones adoptan una visión rígida de sí mismas. Este grado de clausura es proporcional al grado de identidad distintiva respecto al entorno.
La Contradicción y el Cambio Dialéctico
La propia contradicción y crisis que se da en las organizaciones produce un cambio dialéctico, generando y creando opuestos, y superando las contradicciones, dirigiendo el cambio. Este proceso se conoce como gestión de la contradicción.