El Origen de la Iglesia: Del Plan Divino a Pentecostés
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 3,19 KB
Más allá de miradas superficiales, interesadas o ideologizadas, buscamos el origen de la Iglesia. ¿De dónde viene? ¿Para qué existe? ¿Es necesaria?
Todo ser humano experimenta rupturas, problemas y heridas internas, que surgen de la distancia entre el bien que deseamos y el mal que tantas veces hacemos. Esta distancia genera sufrimiento, dificulta la relación con los demás y, sobre todo, parece alejar a Dios de la historia, presentándolo como un ser distante e indiferente. A pesar de todo, Dios nunca abandona al hombre. Dios es una mano tendida a la historia humana y, para ello, convoca un pueblo. Así comenzó la historia de Abraham y aquel diálogo en el que Abraham responde: 'Así empieza el plan de Dios' (El Designio de Dios). Dios respeta al hombre, pero le tiende la mano. Israel, el pueblo elegido, fue como un germen con el que empieza este plan. El plan necesitó una Alianza, es decir, una relación que se inscribe en los corazones, pero que a veces el hombre rompe.
El Designio Salvador de Dios
Una de las cuestiones fundamentales es plantearse el origen de la Iglesia. Conviene tener cuatro ideas claras.
El ser humano sufre profundamente rupturas y heridas que nos confrontan con el mal que realizamos o el bien que queremos hacer. Esta herida dificulta nuestra relación con los demás y desdibuja a Dios, presentándolo como un ser extraño, lejano a nuestra realidad. Sin embargo, Dios se vuelve hacia el hombre; es el Padre quien tiende la mano a sus criaturas a través de la historia, convocando un nuevo pueblo, una nueva humanidad. Por eso, desde el principio, Dios congregó a un pueblo. A través de un grupo de pastores nómadas, comenzó un plan para unir una realidad que luego llamamos el Reino. Este plan respeta la naturaleza humana, tanto que por libertad Caín mata a Abel. Dios respeta siempre al hombre, y este proyecto se desarrolla en etapas hasta llegar a la Nueva Alianza, hasta llegar a Cristo, que es la palabra definitiva del Padre.
La Muerte y Resurrección de Jesús: Nueva Alianza
Con la muerte y resurrección de Jesús, se proclama algo sencillo en gestos y palabras: "El Reino está cerca". Y para que el Reino continúe, llama a doce discípulos, quienes participan de la misión de Cristo.
Es evidente que la muerte de Jesús, el Maestro colgado del madero, supuso un escándalo para los poderes de este mundo. Pero lo que está claro es que la resurrección significa el inicio de algo nuevo. Los discípulos experimentan la profundidad del Misterio de Jesús y pueden afirmar que Cristo es el Señor, el Resucitado. Así son convocados para reemprender el camino, y esta convocatoria se realiza en Pentecostés.
Pentecostés
El Espíritu es derramado sobre la comunidad apostólica, que se convierte en el nuevo pueblo. De tal forma que les abre los ojos a una realidad nueva, los fortalece, los capacita y sale en su defensa en los momentos difíciles. Con el Espíritu en Pentecostés, nace la Iglesia. El origen de la Iglesia está en Pentecostés.
Pentecostés se forma cuando están los once apóstoles y María.
Autocomprensión de la Iglesia
La Iglesia se comprende a sí misma como Pueblo de Dios.