Orígenes y Desarrollo del Regionalismo y Nacionalismo en la España de la Restauración
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Durante el periodo de la Restauración en España, emergieron importantes movimientos que redefinieron la estructura política y social del país. Entre ellos, el Regionalismo y el Nacionalismo jugaron un papel crucial.
Definiciones Clave
- Nacionalismo: Sentimiento nacido de los principios de libertad defendidos por la Revolución Francesa, que busca la afirmación de una identidad nacional propia.
- Regionalismo: Movimiento que reivindica el reconocimiento de la identidad diferencial de una región, ya sea cultural, económica o administrativa, a través de un estado descentralizado o federal.
Contexto General: Regionalismo y Nacionalismos en la Restauración
Uno de los fenómenos más destacados durante la Restauración fue la aparición de diversos movimientos nacionalistas y regionalistas en Cataluña, País Vasco y, de forma incipiente, en Galicia y Valencia. El origen de estos movimientos en España se debió a distintos factores que variaban según la característica de cada zona concreta, pero todos defendían el particularismo lingüístico, cultural, institucional e histórico frente a las tendencias centralistas del Estado liberal.
La ineficacia del sistema de la Restauración para resolver la democratización del país o la política colonial que se seguía en Cuba, permitió a los partidos nacionalistas presentarse como los únicos capaces de regenerar el país e impulsar un desarrollo económico y cultural.
El Nacionalismo Catalán
La formación del catalanismo político tiene su origen, por un lado, en el Renacimiento cultural (la Renaixença) que pretendía recuperar la lengua y las señas de identidad de los catalanes y, por otro lado, en los cambios económicos experimentados a lo largo del siglo XIX que alejaron los intereses de la oligarquía centralista de los de la burguesía catalana.
Las primeras formulaciones catalanistas de contenido político corresponden a Valentí Almirall, quien intentó aglutinar las dos corrientes más destacadas del catalanismo: la de la herencia republicana y progresista y la más conservadora, tradicional y católica, con la creación del “Centre Català”. Igualmente, promovió la presentación a Alfonso XII del llamado Memorial de Agravios, que denunciaba la opresión de Cataluña y defendía el proteccionismo industrial, lo que supuso la aproximación de la burguesía industrial catalana.
El fracaso de Almirall dio paso al predominio del catalanismo conservador, católico y antirrepublicano con la Lliga de Catalunya, liderada por Enric Prat de la Riba. Esta elaboró el primer programa político del catalanismo, conocido como las Bases de Manresa, donde se proponía un reparto de funciones entre el poder estatal central y el poder regional autónomo, el catalán sería la lengua oficial y se restablecerían las instituciones tradicionales de Cataluña (Audiencia y Cortes).
La identificación de la burguesía industrial catalana con el catalanismo político se alcanza a finales del siglo, tras la pérdida del mercado colonial americano en 1898 y la crisis del sistema político de la Restauración, lo que se evidencia en la formación y triunfo en las elecciones de 1901 de la Lliga Regionalista. Esta formación va a mantener hasta la dictadura de Primo de Rivera el predominio en la vida política catalana, con sus repetidos éxitos electorales.
El Nacionalismo Vasco
El desarrollo del nacionalismo vasco está vinculado a los cambios políticos y económicos experimentados durante la Restauración:
- La abolición de los fueros en 1876 originó un movimiento de defensa de las instituciones suprimidas y de recuperación de la lengua y cultura vasca.
- La rápida industrialización afectó enormemente a la sociedad vasca, formándose una poderosa burguesía industrial y financiera vinculada al sistema canovista y registrándose la llegada de numerosos inmigrantes a las minas e industrias siderúrgicas.