Orígenes y Evolución de la Pintura Holandesa del Siglo XVII: Influencias Flamencas
Geografía y Clima
El vínculo entre el entorno geográfico y la expresión artística ha sido objeto de estudio durante siglos. Ya Hipólito Taine había asociado el clima con el arte, particularmente en relación con el paisaje. Taine identificó tres características distintivas en la pintura holandesa: una línea del horizonte baja, una paleta de colores fría y una tendencia atmosférica más pictórica que dibujística. Estas características, según Taine, se originaban en las particularidades del territorio de Holanda, con su clima húmedo, nublado y lluvioso que dificultaba la visión a larga distancia, favoreciendo así la representación de manchas de color. Aunque esta hipótesis ha sido cuestionada en la actualidad, ya que no se observa el mismo tipo de pintura en otros países con climas similares, no deja de ser un punto de partida interesante para comprender las peculiaridades del arte holandés.
Influencia Artística Flamenca en la Pintura Holandesa
La relación entre Flandes y Holanda es fundamental para entender el desarrollo del arte holandés del siglo XVII. El cambio de gusto que se observa en este período no fue abrupto, sino un proceso gradual que comenzó en el siglo XV. Durante este siglo, se empezó a consolidar una burguesía con un gusto cada vez más inclinado hacia el realismo y el naturalismo, apreciando el detalle y el pormenor. Esta tendencia continuó desarrollándose a lo largo del siglo XVI, culminando en el siglo XVII.
Un análisis de los nombres de los principales artistas de finales del siglo XVI y principios del XVII revela una fuerte influencia flamenca. Se produjo una verdadera transfusión artística: Karel van Mander, Coninxloo y Hans Bol son solo algunos ejemplos. Incluso en la pintura de género, se observa una clara conexión, como en los casos de Brouwer y Frans Hals.
Conexiones entre Géneros: Flandes y Holanda
Es posible establecer una relación directa entre los géneros que comenzaron a florecer en Holanda y los que ya se cultivaban en Flandes. Por ejemplo, en las obras de Karel van Mander se aprecia un claro vínculo con Pieter Brueghel el Viejo. Esta conexión se mantiene con artistas como F. Hals, discípulo de Karel van Mander, considerado el gran maestro del arte holandés, evidenciando así la influencia flamenca.
El Paisaje: De Flandes a Holanda
En el género del paisaje, también se pueden rastrear conexiones con Flandes a través de artistas como Grimmer y Brueghel, quienes nacieron en Flandes y luego se trasladaron a Holanda. En Flandes, estos artistas aprendieron el arte del paisaje de maestros como Patinir y P. Brueghel el Viejo. Un vínculo aún más directo se observa en Avercamp, quien sigue la tradición de P. Brueghel. Lo mismo ocurre con Coninxloo, que se relaciona con una tradición de paisajes montañosos y arbolados, siguiendo la estela de Patinir y Hans Bol. Gracias a Coninxloo, podemos comprender mejor los paisajes de Seghers, quien elevó el paisaje a un nivel superior, creando una línea genealógica conectada con Flandes.
El Bodegón: Influencia de Aertsen y Bueckelaert
El género del bodegón también experimentó una influencia similar. El pintor holandés Aertsen, que emigró a Flandes (que en aquella época formaba parte del mismo país), creó escuela con sus cuadros de mercados, especialmente de carnicerías. Su obra influyó en el artista flamenco Bueckelaert, quien combinó el estilo de su maestro con escenas costumbristas.
El Retrato: De la Corte a la Burguesía
El retrato burgués y popular también se desarrolló en Holanda, en un momento en que hasta entonces solo existía el retrato de corte. El mundo flamenco también fue crucial para la consolidación de este tipo de retrato. La figura fundamental fue Antonio de Moro, quien comenzó a pintar a burgueses e inspiró a Jan van Scorel. Estos retratos de sindicatos y hermandades, en los que los miembros solicitaban al artista ser representados juntos, serían los precedentes de la obra de Rembrandt.
En resumen, la pintura holandesa del siglo XVII no puede entenderse sin considerar la profunda influencia del arte flamenco. Desde el paisaje hasta el bodegón y el retrato, la conexión entre Flandes y Holanda es innegable, y se manifiesta en la obra de numerosos artistas que, a través de su talento y creatividad, contribuyeron a la edad de oro de la pintura holandesa.