Orígenes y Expresiones de la Lírica Hispánica Medieval: Jarchas, Voz Popular y Poesía Cortesana

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Orígenes de la Lírica Hispánica: Las Jarchas Primitivas

Los primeros testimonios que se conservan de estas manifestaciones poéticas son las jarchas. Son breves composiciones líricas escritas en mozárabe, la lengua romance hablada en territorio musulmán durante la Edad Media en la península ibérica. Suelen constar de cuatro versos y han llegado hasta nosotros insertadas al final de poemas cultos más extensos escritos en árabe o hebreo, conocidos como moaxajas. Las jarchas más antiguas datan del siglo XI. Generalmente, son canciones puestas en boca de una muchacha que se lamenta por la ausencia o la pérdida de su amado (habib).

La Lírica Popular Castellana: Tradición y Evolución

En el ámbito castellano, la mayoría de la lírica popular primitiva se ha perdido con el tiempo. No obstante, a partir del siglo XV, algunas de estas composiciones se conservaron gracias al interés de autores cultos que las recopilaron en cancioneros. Se trata de canciones anónimas de temas muy diversos que acompañaban diferentes momentos de la vida social y festiva, tales como:

  • Canciones de cuna
  • Canciones de boda
  • Canciones de amor
  • Canciones de trabajo
  • Canciones de romería y fiestas

La forma poética más característica de esta lírica popular fue el zéjel, una composición de origen arábigo-andalusí que se estructura de la siguiente manera:

  • Un estribillo inicial de uno o dos versos.
  • Una mudanza, que consta de tres versos monorrimos.
  • Un verso de vuelta, que rima con el estribillo y enlaza con él para su repetición.

El zéjel evolucionó y dio lugar a otras formas, como el villancico, que se popularizó enormemente.

La Literatura Medieval en Andalucía: Un Crisol Cultural

Durante la mayor parte de la Edad Media, Andalucía fue un vibrante centro de convivencia e intercambio entre tres grandes culturas:

  • La cultura de los cristianos mozárabes, quienes, viviendo en territorio musulmán, conservaron su lengua y tradiciones, y de cuyo seno surgen las jarchas.
  • La cultura islámica, que dominó gran parte de la península y aportó un inmenso legado científico, filosófico y artístico.
  • La cultura judía, que floreció especialmente bajo dominio islámico, destacando en campos como la filosofía, la medicina y la poesía.

Estas culturas realizaron importantísimas aportaciones al saber universal en disciplinas como la medicina, el derecho, las matemáticas, la astronomía y la filosofía. En el ámbito literario, la poesía lírica, tanto en árabe como en hebreo, alcanzó cotas de gran refinamiento y originalidad, influyendo notablemente en la lírica romance posterior, tanto en Europa como en el propio mundo árabe. Entre las figuras más destacadas se encuentra el poeta y rey Mutamid de Sevilla (siglo XI). En prosa, es fundamental la obra de Ibn Hazm de Córdoba (siglo XI), autor de El collar de la paloma, un tratado sobre el amor de gran influencia. Gracias a esta rica mezcla de inspiraciones y a un clima de relativa tolerancia (con sus altibajos históricos), la cultura de al-Ándalus se erigió como una de las más ricas y avanzadas de Europa durante la Edad Media.

La Lírica Culta del Siglo XV: Poesía Cortesana y Cancioneros

La lírica culta en lengua castellana experimenta un gran desarrollo en el siglo XV. Está representada esencialmente por la poesía cortesana, recogida en los llamados cancioneros, y por la obra de tres poetas fundamentales que marcan la transición hacia el Renacimiento:

  • Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana
  • Juan de Mena
  • Jorge Manrique

Los Cancioneros y el Amor Cortés

La poesía cortesana recibe este nombre por haberse creado, difundido y consumido principalmente en las cortes de los reyes y grandes nobles. Los temas tratados en estas antologías poéticas (cancioneros) son variados (morales, religiosos, satíricos), pero el que predomina y define el género es el amor cortés. Inspirado en la lírica trovadoresca provenzal, el amor cortés presenta las siguientes características principales:

  • El amor: Se concibe como un servicio feudal a una dama idealizada, un sentimiento contradictorio, a menudo doloroso y no correspondido, que el enamorado sufre en secreto y que lo ennoblece.
  • La dama: Es un ser superior, dechado de perfecciones físicas y espirituales. Se muestra distante, fría e inalcanzable, y el poeta le rinde vasallaje.
  • El enamorado: Adopta una actitud de sumisión y sufrimiento gozoso. Considera el amor como una vía de perfeccionamiento moral y espiritual; amando se refina y se eleva.
  • El estilo: Se caracteriza por una gran complejidad formal y conceptual. Los poetas recurren a un lenguaje elaborado, juegos de palabras, antítesis, paradojas y un denso entramado de alegorías y metáforas para expresar las sutilezas del sentimiento amoroso.

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