Ortega y Gasset: Razón, Fe y Circunstancia

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Ortega y Gasset: Un recorrido por su filosofía

La síntesis entre razón y fe

La búsqueda de síntesis entre razón y fe es el aspecto más importante de la filosofía de Ortega y Gasset. Esto le condujo a investigar y exponer su investigación de un modo poco académico que chocó con la tradición universitaria de la época, pero que tuvo un influjo considerable en la vida intelectual española.

Los periodos filosóficos de Ortega y Gasset

La filosofía de Ortega y Gasset pasó por tres periodos: objetivista, perspectivista y raciovitalista, aunque los dos últimos pueden agruparse porque uno es continuación del otro.

Objetivismo

En el periodo objetivista, la influencia en Ortega de otros autores es muy importante, como los neokantianos (Cohen y Natorp), Nietzsche o Husserl.

Tras el regreso de Ortega a España, se percata de la diferencia de la vida intelectual española con respecto a Europa. Frente a este tema, los filósofos de la época lo afrontaban de dos maneras:

  • El desdén: la vuelta a las raíces de lo español.
  • La admiración: la búsqueda en Europa de las claves del regeneracionismo español.

Ortega y Gasset se inclina por la segunda manera. Quería influir en los españoles, elevar su nivel. Ve al español sumido en el individualismo y la subjetividad, perdiendo la noción del mundo, de la realidad, y refugiándose en sus ensoñaciones fantásticas y literarias. La ciencia, el rigor y el método se le escapan. Es necesario sacarle de esa pesadilla mediante la exigencia de la objetividad, ya que para Ortega lo subjetivo es el error.

El objetivismo supone en Ortega la valoración extrema de la ciencia, que es lo que diferencia a europeos de españoles. Esto le lleva a criticar cualquier forma de subjetivismo hasta el punto de que se atreve a decir: “vale más un teorema matemático que todos los empleados de un ministerio

Perspectivismo

Su segundo periodo comienza con la publicación de su obra más lograda, Meditaciones del Quijote. En su periodo perspectivista descubre el circunstancialismo y se niega a considerar el yo separado de su entorno. Así, dice su frase más famosa: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Nuestra circunstancia no es más que todos los elementos que nos rodean, que nos son próximos y que nos afectan. Puede decirse que las cosas se vuelven circunstancias en el momento que me afectan.

Ortega se opone a las pretensiones del racionalismo de poder alcanzar una verdad absoluta y también al escepticismo, que considera que no se puede alcanzar la verdad.

El perspectivismo de Ortega pretende resolver el conflicto. La verdad se da siempre desde las circunstancias en las que el yo se ve inmerso, por lo que Ortega considera que la realidad es perspectiva. La perspectiva de cada uno es individual e intransferible y no aspira en ningún momento a obstaculizar el mundo, sino que, como sabe que el mundo es una pluralidad de perspectivas, solo se considera una más. La verdad será la unificación de todas las perspectivas con la complementariedad de las perspectivas.

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