El Poder de la Palabra en Roma: De la República al Imperio

El Esplendor de la Oratoria en la Antigua Roma

La oratoria fue una disciplina fundamental en la política y la justicia de la Antigua Roma, además de consolidarse como un aclamado espectáculo público. Su aprendizaje era clave para los jóvenes que aspiraban a una carrera en la vida pública o en la abogacía. Sin embargo, con la llegada del Imperio, su valor político disminuyó drásticamente, quedando reducida a una disciplina meramente académica.

Se distinguían dos tipos principales de oratoria:

• Oratoria política: Utilizada para influir en la opinión pública y en las decisiones del Senado y las asambleas.
• Oratoria forense: Empleada en los tribunales para la acusación o la defensa en procesos judiciales.

Orígenes y Primeros Maestros

La retórica, el arte de la persuasión, surgió en Grecia en el siglo V a.C. y llegó a Roma en el siglo II a.C. de la mano de maestros griegos. Su práctica se perfeccionaba mediante dos tipos de ejercicios:

• Las suasoriae: Discursos reflexivos en los que se aconsejaba a un personaje histórico o mitológico sobre una decisión crucial.
• Las controversiae: Debates sobre cuestiones jurídicas complejas, a menudo ficticias, para entrenar la argumentación.

Antes de la llegada de la figura que definiría la oratoria latina, destacaron oradores de gran talla como Lucio Bruto, Catón y los hermanos Graco.

Marco Tulio Cicerón: El Orador Supremo (106-43 a.C.)

Biografía de un homo novus

Marco Tulio Cicerón nació en Arpino y, a pesar de no pertenecer a la aristocracia tradicional, destacó como un brillante abogado y político, alcanzando el consulado como un homo novus (hombre nuevo). En la guerra civil entre César y Pompeyo, apoyó a este último, perdiendo gran parte de su influencia tras la victoria de César. Celebró el asesinato del dictador en el 44 a.C. y atacó ferozmente a Marco Antonio en sus discursos. Sin embargo, cuando Marco Antonio se alió con Octavio, Cicerón fue proscrito y finalmente asesinado.

La Vasta Obra de Cicerón

Su legado literario es inmenso y abarca múltiples géneros, consolidándolo como el principal referente de la prosa latina.

Tratados de Retórica

• De oratore: Un diálogo sobre la formación ideal del orador.
• Brutus: Una detallada historia de la oratoria latina a través de sus protagonistas.
• Orator: Un retrato del orador perfecto.

Discursos Célebres

• Políticos: Destacan las Catilinarias, pronunciadas contra la conspiración de Catilina, y las Filípicas, una serie de catorce discursos de una virulencia extrema contra Marco Antonio.
• Judiciales: Sobresalen las Verrinas, contra el corrupto gobernador Verres, y Pro Milone, en defensa de Milón.

Otras Obras Relevantes

• Cartas: Como las dirigidas a su amigo Ático (Ad Atticum), que ofrecen una visión íntima de la política y la sociedad de su tiempo.
• Tratados políticos: Como De legibus (Sobre las leyes) y De re publica (Sobre el Estado).
• Tratados filosóficos: Entre ellos De finibus bonorum et malorum, De officiis y De natura deorum.

Su estilo era elaborado y complejo, caracterizado por frases largas y perfectamente estructuradas (el llamado "periodo ciceroniano"), donde combinaba magistralmente la persuasión lógica, la ironía y una profunda carga emocional.

La Oratoria Durante el Imperio

Con la consolidación del Imperio, la oratoria perdió su función política y el debate libre desapareció de los foros. Se transformó en una disciplina académica, centrada en la exhibición y la enseñanza. En el siglo I d.C., destacó Marco Fabio Quintiliano, considerado el mayor maestro de la elocuencia de su tiempo, con su monumental obra Institutio oratoria (Sobre la formación del orador).

Conclusión: El Legado Perenne de Cicerón

Cicerón llevó la oratoria latina a su máximo esplendor, dejando una huella imborrable no solo en la retórica, sino también en el pensamiento político occidental. Aunque la desaparición de la República silenció la función pública de la oratoria, su estudio y su técnica continuaron vivos gracias a figuras como Quintiliano, preservando un arte que definió la cultura y el poder en la Antigua Roma.