Panorama Histórico del Siglo XIX: Unificaciones, Revoluciones y Restauración
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La Restauración y las Transformaciones del Siglo XIX Europeo
La Santa Alianza: Un Pacto de Restauración
La Santa Alianza fue una unión militar establecida con el propósito de que, en caso de que el trono de cualquier país europeo peligrara, las otras naciones lo apoyarían y ayudarían. Sus miembros fundadores fueron Rusia, Prusia y Austria.
Fernando VII y el Retorno al Absolutismo en España
Fernando VII reimplantó el absolutismo en España, porque la revolución no había servido de nada. La restauración del Antiguo Régimen era, sin embargo, provisional, y la burguesía, que aspiraba al poder, se oponía a ello.
La Independencia Americana Española: Causas Generales
La independencia de las colonias americanas españolas se gestó a partir de tres causas generales:
- La expansión de las ideas de la Ilustración.
- El régimen económico que España imponía a sus colonias.
- La burguesía criolla, que se sentía apartada de los cargos públicos y del poder.
Las Revoluciones de 1820: Oleadas Liberales
Las revoluciones de 1820 marcaron una oleada de movimientos liberales en Europa:
Francia
En Francia, Luis XVIII reinstauró el absolutismo, pero firmó una Carta Otorgada que permitía la existencia de un Parlamento elegido. Posteriormente, Carlos X eliminó el derecho de la burguesía a ser elegida en dicho Parlamento. Finalmente, Felipe de Orleans instauró un nuevo régimen liberal en Francia.
España
España también se vio afectada por esta oleada revolucionaria. Al volver al trono, Fernando VII había reimplantado el Antiguo Régimen. Sin embargo, el comandante Rafael del Riego dio un golpe de Estado. El rey, forzado por las circunstancias, firmó la Constitución de 1812, y España se convirtió en un país liberal. Tres años más tarde, la Santa Alianza intervino para restablecer a Fernando VII como rey absoluto.
Las Unificaciones de Italia y Alemania: El Ascenso de Nuevas Potencias
El siglo XIX fue testigo de importantes procesos de unificación nacional:
Italia
En Italia, Víctor Manuel II y su primer ministro, el conde de Cavour, dirigieron la lucha contra Austria. Con el apoyo de Francia, lograron derrotarla y expulsarla de gran parte de la península. Muchos territorios se fueron añadiendo a la causa italiana. Giuseppe Garibaldi consiguió incorporar el Reino de Nápoles y Sicilia en 1860. Solo quedaban los Estados Pontificios, gobernados por el Papa. Cuando Napoleón III fue derrotado en la guerra franco-prusiana, el Papa se quedó sin su principal apoyo. En ese momento, las tropas italianas entraron en Roma y la convirtieron en la capital de Italia.
Alemania
Alemania permanecía fragmentada desde la Edad Media, conocida como el Sacro Imperio Romano Germánico. De todos los estados, Prusia tenía una fuerza mucho mayor y, a la larga, marginó a Austria, que quedaría fuera del proceso unificador. Desde 1834, existía una unión aduanera entre varios estados, una asociación llamada Zollverein.
La unificación se realizó a través de varias guerras. La primera fue la Primera Guerra de los Ducados contra Dinamarca en 1864. La Francia de Napoleón III veía con preocupación cómo una potencia unida surgía tras el Rin. Finalmente, Francia fue derrotada, y se proclamó el II Reich (Segundo Imperio Alemán) con Guillermo I como emperador.