Panorama Literario Español: La Novela de los 70 y el Teatro de Posguerra

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La Narrativa Española de los Setenta: De la Experimentación al Desencanto

La década de los setenta en la literatura española estuvo marcada por la irrupción de un grupo significativo, a menudo denominado la Generación del 68, cuyas obras novelísticas comenzaron a publicarse a finales de los sesenta y principios de los setenta. Sus características distintivas son las siguientes:

  • Inicios Experimentales y Evolución: Aunque se iniciaron en la narrativa experimental, pronto evolucionaron hacia formas más tradicionales del relato.
  • Retorno de la Trama: La historia y el argumento volvieron a cobrar una importancia central en las obras.
  • Integración de Géneros: Irrumpieron en la novela otros géneros considerados menores, como la novela policíaca, de aventuras o el folletín, enriqueciendo el panorama literario.
  • Desvinculación Social y Política: La novela se desvinculó del compromiso social y político explícito, un rasgo distintivo de épocas anteriores.
  • Profundización en la Individualidad: Se observó una marcada profundización en la exploración de la individualidad y la psique humana.
  • Actitud de Desencanto: La actitud general reflejaba un profundo desencanto, aunque el tono podía ser jovial y estar salpicado de notas humorísticas.

Autores destacados de este periodo incluyen a Eduardo Mendoza con obras emblemáticas como La verdad sobre el caso Savolta y El misterio de la cripta embrujada. Manuel Vázquez Montalbán también sobresalió con títulos como La rosa de Alejandría. Otros escritores relevantes fueron Álvaro Pombo, Félix de Azúa y Juan José Millás.

Las tendencias narrativas iniciadas por estos autores perduran en la novela actual y fueron reafirmadas por los escritores de los ochenta, entre los que se encuentran Rosa Montero, Javier Marías, Julio Llamazares y Antonio Muñoz Molina.

El Teatro Español de Posguerra: Continuidad y Tradición

El Drama Burgués: Un Pilar del Régimen

El drama burgués, siguiendo el patrón benaventiano, mantuvo su vigencia gracias a destacados dramaturgos afines al Régimen. Entre ellos se encuentran José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo, Juan Ignacio Luca de Tena, Víctor Ruiz Iriarte, José López Rubio y Edgar Neville. El propio Jacinto Benavente, tras la Guerra Civil, mantuvo una actividad prolífica, estrenando más de treinta comedias hasta su fallecimiento. Este periodo vio un resurgimiento de las formas teatrales que él había creado y que, paradójicamente, habían sido ampliamente superadas en los años treinta.

Las características principales de esta tendencia burguesa en el teatro son las siguientes:

  • Exaltación de Instituciones: Se exaltaban determinadas instituciones como la familia y el principio de autoridad.
  • División Social Naturalizada: Se afirmaba, implícita o explícitamente, que la división de la sociedad en clases respondía a un orden natural inherente.
  • Confesionalidad Católica Abierta: Una abierta confesionalidad católica, con el intento de hacer sinónimos el catolicismo y los intereses de clase.
  • Alusiones a la Guerra Civil: Frecuentes alusiones y referencias a la Guerra Civil, acompañadas del consiguiente desprecio hacia el bando vencido.
  • Instrumento de Poder y Conciencia: Constituyó un importante instrumento de poder, ofreciendo a los espectadores una "buena conciencia" para continuar disfrutando de su estatus social.
  • Compatibilidad Ideológica y Evasión: Las obras de esta tendencia lograban hacer compatible el mensaje ideológico con la comicidad y la evasión.

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