Panorama de la narrativa española desde 1975
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 5,03 KB
Contexto histórico y cultural
La muerte de Franco supuso también el fin del franquismo y el inicio de la Transición, en el que se abandonó el régimen dictatorial y se implantó la democracia en España. En 1977 se llevaron a cabo las primeras elecciones democráticas y un año más tarde se promulgó la nueva Constitución. La década de los 80 fue una etapa de apertura y europeización del país, marcada por la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE). Surge la posmodernidad, caracterizada por su visión transgresora de la cultura y de su papel en la sociedad.
Características de la narrativa post-1975
La narrativa posterior a 1975 se caracteriza, sobre todo, por el abandono del experimentalismo y el regreso a la narratividad: los autores recuperan el placer por contar historias y buscan conectar de nuevo con los lectores. Los factores que determinaron este cambio narrativo son la desaparición de la censura, el crecimiento del sector editorial y el cansancio de la novela experimental. Este cansancio se manifestó en la aparición de La saga/fuga de J.B., de Torrente Ballester, que posee un gran carácter irónico de la novela existencial; y La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, que combina la herencia experimental con una decidida voluntad narrativa, suponiendo así el punto de partida de la nueva narrativa española.
Etapas de la narrativa española (1975-1990s)
Primera etapa: La "novela de Transición" (Generación del 68)
Se pueden distinguir tres grandes etapas, siendo la primera de ellas la "generación del 68". Se trata de un conjunto de escritores muy diverso que comienzan a destacar en los años 70 y sus novelas se conocen como novela de Transición. Pese a su diversidad, algunos de los rasgos comunes son la vuelta a la narratividad, la importancia de la subjetividad, el cuidado del estilo y un nuevo clasicismo. Esto hace referencia a que la novela se encuentra inspirada en la tradición española y universal, aunque siguen vigentes ciertas técnicas vanguardistas.
Subgéneros destacados
Se pueden encontrar tres subgéneros distintos:
- En primer lugar, la metanovela, que trata la propia novela reflexionando sobre las normas del género narrativo. En esta tendencia se incluyen autores de la generación anterior, como Mazurca para dos muertos, de José Cela; y autores de la propia “generación del 68”, tales como Álvaro Pombo, con El parecido.
- En segundo lugar, cabe destacar el auge de la novela policíaca, que fue posible gracias a la supresión de la censura. Estas novelas persiguen un doble objetivo: captar el interés del lector mediante la intriga y elaborar un retrato crítico de la sociedad de la Transición. En este subgénero se encuentra La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza.
- Por último, otro de los géneros de mayor éxito es la novela histórica, con autores como Miguel Delibes (El hereje).
Segunda etapa: Los narradores de los 80
La segunda gran etapa corresponde con los narradores de los 80, que se caracteriza por los principios de la posmodernidad. Bélver Yin, de Jesús Ferrero, marcó el nacimiento de una narrativa en la que se combinan elementos populares y cultos.
Rasgos de la narrativa posmoderna
Entre los rasgos más importantes destacan los siguientes:
- La tendencia a la introspección.
- La capacidad de sugerencia y evocación.
- La incorporación de otros géneros.
- El interés por la novela de género.
- La experimentación con la voz narradora (novela y metanovela).
- El uso de un tono irónico y paródico.
Autores y obras representativas
Algunos novelistas de los 80 destacados son:
- Javier Marías (Todas las almas)
- Rosa Montero (Te trataré como a una reina)
- Arturo Pérez-Reverte (Las aventuras del capitán Alatriste)
- Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa)
- Almudena Grandes (Las edades de Lulú)
- ...