Panorama del Teatro Español Contemporáneo: Transformaciones y Tendencias desde la Posguerra
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Al terminar la Guerra Civil, se produjo un corte significativo en la producción literaria y artística española, con la consiguiente pérdida o exilio de los autores más innovadores de la época anterior, como Lorca, Valle-Inclán y Unamuno. La escena española estaba entonces invadida por un teatro convencional, destinado principalmente a la burguesía. La censura de la época impedía cualquier tipo de atentado contra los valores morales y sociales establecidos.
En este contexto, podemos destacar a dos autores que practicaron una comedia basada en lo absurdo: Jardiel Poncela y Miguel Mihura. Un ejemplo notable es Tres sombreros de copa de Miguel Mihura, escrita en 1932 pero publicada veinte años después.
Décadas de 1950-1960: El Teatro Social y el Realismo
Esta etapa se orientó hacia el teatro social, de protesta y denuncia, coincidiendo con el auge del realismo social. Este tipo de teatro tuvo como pioneros a Antonio Buero Vallejo y a Alfonso Sastre.
El dramaturgo más importante y representativo fue Antonio Buero Vallejo, cuya obra Historia de una escalera marcó el inicio de la renovación de la escena española. Su producción se divide en varias etapas:
- Existencial: Reflexiona sobre la condición humana, como se muestra en obras como Historia de una escalera.
- Social: Denuncia las injusticias sociales con obras como El tragaluz, un drama donde el sufrimiento de la guerra se esconde tras los traumas de los personajes.
- Experimental: Utiliza efectos de inmersión, como en obras como La fundación.
Una característica recurrente en su teatro es la presencia de personajes con taras psíquicas o físicas que expresan las limitaciones humanas. Buero Vallejo, además, solía ambientar sus obras en otras épocas para evitar la censura.
Décadas de 1960-1970: La Influencia de las Vanguardias y el Teatro Independiente
Durante este periodo, llegó a España la influencia de las vanguardias europeas, propiciando una apertura hacia el teatro experimental con una fuerte carga crítica. Se produjo una significativa renovación teatral gracias a las compañías de teatro independientes, que introdujeron un nuevo lenguaje basado en el espectáculo, la escenografía y las técnicas audiovisuales.
El texto teatral pasó a un segundo plano, por lo que el teatro de autor fue sustituido por un teatro de creación colectiva, al margen del circuito comercial. Este es el teatro de los grupos independientes, como Los Goliardos en Madrid. Su característica común es que se oponen al teatro comercial de las salas convencionales; sus espectáculos se exhiben a menudo en espacios abiertos.
A partir de 1975: Neorrealismo y Transición Democrática
Tras el experimentalismo de las décadas anteriores, casi todos los géneros literarios volvieron a la tradición. Por ello, esta etapa, que surge con la Transición política de España, se denomina neorrealismo.
Los nuevos autores se inclinaron hacia la comedia neorrealista, que desarrolla temas de la actualidad. Reaparece el costumbrismo, aunque con ironía, y vuelve a abordarse el tema de la Guerra Civil. Destacan en este periodo José Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro y Fernando Fernán Gómez con Las bicicletas son para el verano.