El Papel del Lector en la Literatura: Recepción e Interpretación
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Literatura e Interpretación
Este tema tiene como punto central al lector. Partiremos, como siempre, de Platón, ya que fue el primero que dio importancia al lector, siguiéndole Aristóteles con los conceptos de mímesis y catarsis. Aristóteles no considera inútil la ficción, sino que es algo trascendental sobre el público, que va a experimentar una purificación, una terapia, un contacto con el diablo, al sentir miedo y compasión respecto a los personajes que aparecen en el teatro, casi como un bautismo.
Texto Literario e Interpretación
La interpretación de los textos es el objetivo principal de la filosofía hermenéutica, ya usada por los oráculos en la antigua Grecia y por los profetas y apóstoles de las religiones, que debían realizar una interpretación concreta de los textos sagrados. Algunos de los mayores representantes de la hermenéutica (sobre todo literaria) son Paul Ricoeur y Hans-Georg Gadamer, cuyo interés consiste en el estudio de la profundidad del lenguaje humano como horizonte de aparición del ser y el intento de aproximación a la realidad o “verdad metafórica” contenida en el texto literario mediante un acercamiento a la experiencia estética en relación con la conciencia histórica; es decir, para entender e interpretar correctamente un texto, debemos interpretarlo en términos históricos. Autores como Martin Heidegger buscaban un método eficaz y universal para la interpretación de textos, pero Gadamer descarta esta teoría y ofrece la perspectiva del análisis textual mediante la “intuición”, siendo el lector el que realiza una crítica individual y única, basada en sus propias experiencias personales y vitales, de la obra literaria. A partir de la teoría hermenéutica, y partiendo de los principios del idealismo alemán representado por las tesis kantianas, apareció una teoría crítico-literaria denominada estética de la recepción; autores como Umberto Eco o Wolfgang Iser son sus principales defensores y luchan contra la tradición literaria a través del papel del lector.
Las Teorías de la Recepción Literaria
Su principal aportación a la ciencia literaria es su defensa del papel del lector en la creación artística frente a la presupuesta relevancia del autor y su obra; de este modo, toman la recepción lectora como condicionamiento del proceso literario. Como ya hemos dicho con anterioridad, la principal influencia filosófica es el idealismo alemán de Edmund Husserl, Martin Heidegger e Immanuel Kant, basado en el proceso fenomenológico de creación de objetos por parte del sujeto mediante los sentidos y las categorías. Así pues, cada sujeto crea la obra literaria, que aunque existe por sí misma, no tiene un claro sentido artístico hasta que se lo es atribuido. Por supuesto, el valor literario varía a lo largo del tiempo según el lector se configure de acuerdo a su propio contexto y época histórica.
Wolfgang Iser considera la lectura como un acto de creación de sentido y el significado de la obra es fruto de la interrelación del lector y el texto: a través de la lectura se realiza una producción de imágenes en la fantasía del lector, al tiempo que este constituye un mundo y una visión de la realidad. Esta visión va transformándose a medida que avanza la lectura y que se ponen en juego “estrategias de ordenación, descubrimiento y comprensión de la estructura textual”. Además, dicho texto contiene una serie de “vacíos” literarios que el lector rellena con sus propias experiencias personales.
Hans Robert Jauss, seguidor de Wolfgang Iser, unió las teorías de este con las aportaciones de los académicos praguenses Jan Mukařovský y Felix Vodička; así llegó a la conclusión de que la historia de la literatura debería concebirse como un “proceso de recepción y producción estética que se realiza en la actualización de los textos literarios por el lector receptor, por el crítico reflexionante y por el propio escritor nuevamente productor”. También la estética de la recepción mantiene la idea de que estudiando la obra literaria, conseguiremos alcanzar una mayor comprensión de la situación histórica y la complejidad social a través de la sátira, la idealización, la utopía y la distopía de la existencia social.
Por último, diremos que estas teorías armonizan bastante con la teoría del lector de Umberto Eco sobre los distintos tipos de autor y lector:
- Lector real: lector físico que realiza el proceso de la lectura.
- Lector supuesto: lector que el autor imagina que leerá su obra en función de sus intereses y gustos.
- Lector modelo: lector capaz de comprender todas las posibilidades de sentido de un texto.
- Lector implícito: estrategia textual según la cual el autor o narrador dan por supuesta la existencia de un lector al que dirigirse (aunque no se le cite).
Umberto Eco clasifica las obras literarias como “cerradas” o “abiertas” en función del nivel de participación que tiene el lector sobre el texto. Este lector rellenará los huecos narrativos con un contenido que varía absolutamente según su origen geográfico e histórico, su personalidad y sus circunstancias, en resumen, con sus experiencias en general. Incluso llegamos al punto en que la obra en su totalidad depende del juicio del lector y acaba convirtiéndose en una experiencia más que modifica el modelo de conducta del sujeto.