Patologías del Sistema Musculoesquelético
Clasificado en Medicina y Ciencias de la salud
Escrito el en español con un tamaño de 2,23 KB
Artrosis
La artrosis es una enfermedad articular progresiva y no inflamatoria que afecta principalmente a las articulaciones móviles que soportan peso. Se caracteriza por el deterioro del cartílago, lo que expone los extremos óseos y provoca la formación de espolones (protuberancias de tejido nuevo) que limitan el movimiento y la cavidad articular. Los síntomas incluyen dolor, disminución de la movilidad y deformación articular. El tratamiento implica ejercicio físico, analgésicos y, en estadios avanzados, cirugía.
Hernia Discal
Una hernia discal ocurre cuando parte del contenido del disco intervertebral se sale de su lugar. Esta hernia puede comprimir la médula espinal o las raíces nerviosas, lo que provoca déficit sensitivo o motor, o dolor en el área inervada por el nervio afectado. En muchos casos, las hernias discales son asintomáticas.
Artritis Crónica
La artritis crónica es una inflamación articular prolongada que puede ser una complicación de la artrosis grave o el resultado de trastornos reumáticos como la artritis reumatoide. Afecta principalmente a las muñecas, dedos, tobillos y pies, y se manifiesta con dolor, inflamación y rigidez articular prolongada después del descanso.
Escoliosis
La escoliosis es una deformación congénita de la columna vertebral en la que una parte se inclina hacia un lado y otra en sentido contrario para mantener la verticalidad de la cabeza. También implica la rotación de las vértebras en el eje vertical. Solo los casos más graves requieren tratamiento ortopédico o quirúrgico.
Dolor Lumbar
El dolor lumbar, también conocido como lumbalgia o lumbago, es un dolor localizado en la zona lumbar baja. A menudo se acompaña de ciática, un dolor que irradia hacia las nalgas o piernas. El dolor lumbar agudo suele deberse a esguinces ligamentosos o distensiones musculares, mientras que el dolor lumbar crónico puede estar relacionado con falta de ejercicio, obesidad, embarazo, fibromialgia, hernias discales o fracturas vertebrales. Durante una crisis de lumbalgia, el paciente debe mantener la actividad física que le permita el dolor.