Paul Ricoeur y Hayden White: Narrativa Histórica, Temporalidad y Hermenéutica

Clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 4,81 KB

La Estructura Narrativa en la Historiografía

Al poner énfasis en la estructura narrativa, destacan dos elementos: la trama, es decir, la escritura historiográfica, tiene que hacerse cargo de un problema fundamental que es la experiencia de los seres humanos en el tiempo, más conocido como la experiencia del tiempo, tema central en la obra de Ricoeur. Para White, el conocimiento histórico se ha construido sobre la base de la forma de escritura; es, a su vez, la forma y el fondo. En consecuencia, sostiene que no hay una única manera de entender el conocimiento histórico, sino múltiples formas de escribir la historia. Esto lleva a la conclusión de que el siglo XIX definió distintos estilos historiográficos, lo que llevó a sostener que no existe una única metahistoria. El concepto es múltiple y apela a los distintos estilos narrativos historiográficos.

Las Pautas Metahistóricas y la Estrategia Lingüística

Las pautas metahistóricas operan con una estrategia lingüística o un plan narrativo que tiene que ver con cómo conocemos al historiador en la escritura de su texto. La estrategia lingüística tiene dos características: prelógica y conceptual. Esto significa que está en función de la estructura mental de cada individuo: cómo piensa, cómo escribe y cómo racionaliza. Es la propia experiencia individual del historiador; ahí está su sello personal.

Ricoeur: Tiempo, Narración y Hermenéutica

Ricoeur, en su obra Tiempo y narración, se preocupa por el tema de la escritura debido a un tema central: la hermenéutica. Mientras que White se preocupa de la forma, para Ricoeur la escritura historiográfica es la que permite producir una imagen de la realidad histórica determinada por el lenguaje. Es a través de la escritura mediante la cual el historiador puede reconstruir la historia, marcada por las representaciones. Con estos conceptos, se instala la idea de separar los hechos del pasado y la representación de los hechos del pasado. La función historiográfica del historiador consiste en escribir acerca del pasado, pero está marcada por el ejercicio de la reconstrucción y no por la verdad absoluta.

Él propone una teoría hermenéutica para los fenómenos históricos y conjuga tres aspectos esenciales: el lenguaje, el discurso narrativo y la temporalidad. Este autor se pregunta qué distingue los acontecimientos históricos de los acontecimientos naturales. La diferencia está en la estructura narrativa: todo fenómeno histórico tiene una estructura narrativa, es decir, es susceptible de historizarse y, junto con eso, tiene una dimensión temporal. Lo que define a un acontecimiento histórico es que es un referente de la temporalidad, el que permite la construcción del discurso narrativo.

La Temporalidad en la Escritura Historiográfica

El problema de la temporalidad está asociado a los acontecimientos y también a la temporalidad de la escritura. El historiador tiene que ser capaz de plasmar en la escritura el problema del tiempo, el cual adquiere una múltiple dimensionalidad. El historiador debe ser capaz de historizar el tiempo, que es cambiante y está en transformación, y para esto utiliza el concepto de la experiencia del tiempo.

La escritura historiográfica se caracteriza por el entramado, esto es, la capacidad que tiene el historiador a través de la escritura de representar simbólicamente la experiencia del tiempo. La forma de entender el problema del tiempo está en función del problema hermenéutico: es a través de la escritura donde se materializa el trabajo hermenéutico. La escritura no es neutral, posee una fuerte carga emotiva; en esto se asemeja a White.

Tipos de Narraciones y la Teoría Hermenéutica de Ricoeur

Se destacan tres tipos de narraciones: mítica, histórica y ficcional. Estas se proponen representar diferentes mundos. Ricoeur propone una teoría hermenéutica que descansa en tres aspectos: el lenguaje, el discurso narrativo y la temporalidad. Este último, asociado a la escritura, no está presente en White y es importante porque la historiografía descansa sobre el problema del tiempo.

Hay dos temporalidades: una que interpreta, analiza y examina, que es la temporalidad del acontecimiento, y hay otra temporalidad, la de la escritura. Este último adquiere autonomía; el autor se desmarca del texto. El tiempo de la escritura es un tiempo particular porque está escrita en un contexto temporal del autor.

Entradas relacionadas: