El Pecado Teológico: Ruptura, Consecuencias y el Camino Humano hacia la Plenitud
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El Pecado y sus Consecuencias: La Ruptura con la Plenitud
El Pecado se define como la desobediencia al mandato de Dios. Es el ser humano, en su unidad, quien peca. Lo que caracteriza al pecado es el deseo de ser, poder, decidir y afirmarse... sin Dios y sin su gracia.
Consecuencias Inmediatas del Pecado
- Descubrimiento de la vulnerabilidad: Descubrieron que estaban desnudos.
- Reacción y huida: La reacción es huir, y después de la primera ruptura vendrían las siguientes.
- Exculpación y división: Los culpables se exculpan. Dios inaugura la ruptura entre las personas y la ruptura del ser humano con el resto de la Creación.
- Sentencia divina: Se recoge la sentencia de Dios, y la percepción es la misma que tiene el ser humano.
- Expulsión del paraíso: El hombre y la mujer son expulsados. Ahora queda claro que la vida en plenitud solo puede ser alcanzada con la ayuda de Dios, lo que implica una ruptura con Dios y con los demás.
La Vocación Humana y la Naturaleza de la Tentación
Creados para la Plenitud
Hemos sido creados por Dios y llamados por Él a ser en plenitud. El deseo de saber y poder es una vocación, una llamada de Dios que nos ha creado libres. Tenemos la responsabilidad de cuidar lo creado.
Libertad y Diálogo con Dios
Somos libres y auténticos interlocutores de Dios. Cada persona responde con su vida a la llamada divina. Tenemos que decir sí o no a sus palabras. Reconocer a Dios es reconocer que hay que observar sus mandatos y proyectos.
El Pecado: Querer Ser como Dios, pero Sin Él
El pecado consiste en querer ser como Dios, pero sin Dios. Sucumbir a la oferta de ser lo que estoy llamado a ser, pero sin contar con Dios, es la tentación y el pecado. Esto implica acaparar el poder de Dios, desplazándolo del centro de las propias decisiones.
Vivir Sin Dios: La Ruptura Total
Vivir sin Dios es romper con Él y con los demás. Cuando nos colocamos en el lugar de Dios, provocamos una ruptura con Él: no lo vemos como el Creador, sino como un obstáculo. Las relaciones se contaminan con envidia, vergüenza o desprecio.
El Camino de la Rectificación y la Salvación
Los seres humanos, representados por Adán y Eva, han fallado a Dios, pero siguen siendo imagen de Dios. Para ser personas en plenitud, tienen que contar con Él. Para volver a la historia llena de amor y salvación, los humanos deben rectificar.
Tres Pasos Esenciales para la Rectificación
- Reconocer la vocación: Entender que nuestra vida viene de Dios y que Él nos llama a ser felices.
- Conocer el proyecto de Dios: Buscar ser personas con amor, libertad, dignidad, cuidar el mundo y vivir en comunión con otras personas (“ser como Dios”).
- Responder y servir al Reino: Ponerse al servicio del Reino de Dios (ejemplo: Jesucristo).