El Pensamiento de Nietzsche: Una Crítica a los Fundamentos de la Cultura Occidental
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Nietzsche: Crítica a la Metafísica, la Verdad y la Moral Occidental
Crítica a la Metafísica Occidental
La crítica de Nietzsche a la cultura occidental incluye una crítica a toda la metafísica anterior, ya que es una metafísica dominada desde el inicio por la consideración de que las cosas auténticamente reales son las que no cambian. Ve dos errores fundamentales:
- El rechazo del mundo real, que provocó la duplicación de lo existente en un mundo auténtico.
- La confusión de lo último con lo primero, ya que lo primero y más real desde el punto de vista metafísico son los conceptos, que no son abstracciones.
Mientras que para Nietzsche lo verdaderamente real es lo sensible, lo que se capta por medio de la intuición.
Crítica al Concepto de Verdad
Para Nietzsche, la verdad es solo una interpretación, entre otras posibles, de la cual el ser humano ha olvidado que lo es. Desde su punto de vista, el problema de la verdad se debe plantear de un modo distinto. La verdad, piensa Nietzsche, existiría si fuese posible una percepción exacta de la realidad tal y como es, pero esto es imposible. La razón humana jamás abarcará la realidad, puro devenir, ni la simplificará mediante los conceptos. Para Nietzsche, la metáfora es el instrumento que puede ayudarnos a hablar del mundo, ya que la metáfora es lo opuesto al concepto.
Crítica a la Moral Occidental
Este filósofo considera que siempre han existido dos tipos de hombres:
- Los señores, con su moral de señores: son los hombres fuertes, superiores, hombres solitarios que no aceptan sujetarse a normas, que viven en permanente lucha. Su moral es autónoma, porque se dan a sí mismos sus propias normas de conducta. No buscan la aprobación de los demás. Sus valores son la plenitud y la fuerza. Son capaces de luchar y echar toda su cólera.
- Los esclavos, con la moral de esclavos: son los hombres débiles, inferiores. Valoran la compasión y el amor. El esclavo ve con recelo las virtudes del poderoso. Sus valores son la compasión y la paciencia. El esclavo es tan débil que se siente incapaz de exteriorizar su cólera.
Originalmente, los señores eran los que dominaban. Sin embargo, la religión cristiana invirtió los significados de estos dos términos, produjo una transvaloración: lo bueno pasa a ser malo y lo malo, bueno.