El Pensamiento Radical de Nietzsche: Críticas Fundamentales a la Metafísica, Moral y Ciencia
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 5,14 KB
La Crítica Metafísica de Nietzsche: El Odio al Devenir y la Abstracción Vacía
Friedrich Nietzsche califica de egoísmo a la filosofía metafísica occidental y le dirige dos ataques fundamentales:
1. El Odio al Devenir
El primero es que esta metafísica resulta del odio al devenir. La metafísica es un intento de liberar al Ser de toda forma de devenir y de interpretar al Ser como lo estable y al devenir como lo transitorio. Esta concepción se manifiesta claramente en la distinción platónica entre el mundo real (de las Ideas) y el mundo sensible. La metafísica desprecia este mundo terrenal y valora en exceso el "otro mundo", y este desprecio se traduce en un rechazo al testimonio de los sentidos.
2. La Confusión entre lo Último y lo Primero
La segunda crítica va dirigida a la confusión entre lo último y lo primero. Según Nietzsche, los conceptos metafísicos son elaborados racionalmente y alejados de los sentidos, por lo que son fruto de la abstracción y están vacíos. Estas abstracciones son ideas vacías de contenido material, innecesarias e irreales. Para Nietzsche, el único mundo real es el aparente, y solo existe el devenir constante del ser, creando y destruyendo el mundo. Sostiene que los conceptos metafísicos son engaños del lenguaje, ya que pretenden racionalizar lo imposible de racionalizar: el ser como devenir. Por ello, la metafísica inventa modelos de conocimiento que nos proporcionen estabilidad frente al caos inherente a la existencia.
La Crítica a la Moral Cristiano-Platónica: Contranatura y la Inversión de Valores
Nietzsche considera la moral cristiana como contranatural. La base de esta moral es el platonismo, que ve en el mundo de los sentidos la causa de perdición. El mundo de las ideas sirve de "más allá" religioso para los cristianos, poniendo de manifiesto la vida en otro mundo.
Según Nietzsche, una guía absoluta solo es posible si imaginamos a alguien fuera del mundo; pero esta es una idea propia de la moral cristiana, que se ve obligada a buscar un mundo mejor. Acusa al cristianismo de despreciar el cuerpo, el impulso, la pasión y los valores éticos. Pretende integrar los aspectos de la naturaleza humana como si fuese una expresión de fuerza para ir junto a Dios.
En Más allá del bien y del mal, Nietzsche habla de dos tipos de moral: la de los señores y la de los esclavos. En La genealogía de la moral, profundiza sobre los conceptos morales y su origen.
El triunfo de los valores decadentes del cristianismo sobre los valores antiguos se produce por la inversión sacerdotal, que consigue destruir el mundo antiguo y hacerse con el poder. Nietzsche engloba dentro de la moral cristiana a la de Kant, a la socialista, entre otras.
Según su terminología, son débiles quienes no pueden asumir el carácter trágico de la vida, a consecuencia de lo cual necesitan de otro mundo. Para él, un esclavo es quien no es capaz de darse su propia forma de actuación y sigue los sistemas de la moral impuesta, dando lugar a la moral de esclavos o de rebaño. En la moral, la tradición judía, la socrático-platónica y la cristiana han cambiado lo que era en un principio malo por bueno, y lo que era bueno lo han puesto como malo.
La Crítica a la Ciencia: Cuantificación, Ficción y Prejuicio Moral
Nietzsche critica la matematización de lo real, que no nos ayuda a conocer las cosas en su esencia, sino solo a establecer una relación cuantitativa. El método matemático tiende a anular las diferencias cualitativas que existen entre las cosas. Pero, según Nietzsche, querer reducir las cualidades a cantidades es un error.
El modelo matemático apunta a la estabilización de las relaciones entre mundo y hombre, y a establecer leyes que eliminen el caos. Así, Nietzsche sostiene que no hay puros hechos, sino que todo hecho es fruto de una interpretación.
La Verdad como Ficción Útil
No existe una verdad absoluta, ya que todas las verdades son ficciones. Algunas de estas nos son tan útiles que han alcanzado el rango de verdades indiscutibles. La verdad es esa especie de error sin el cual una especie determinada de seres vivos no podría vivir.
La Ilusión de la Identidad Sustancial
La ilusión de la identidad sustancial remite a creer en el lenguaje y en las categorías gramaticales. Los conceptos de sujeto solo tienen realidad lingüística, ya que somos una multiplicidad de pulsiones que ha construido una unidad imaginaria. Esta desvalorización de la contradicción y del cambio pone de manifiesto un prejuicio moral, ya que la verdad tiene más valor que la falsedad y nuestro conocimiento pretende no engañar.
Así, Nietzsche le quita valor a la noción científica de progreso, ya que sería otro mito moderno para que el hombre huya de sí mismo. También critica la usurpación de la Ciencia por el Estado, que le quita vida a todo lo que le concierne, y el Estado explota a la ciencia para sus propios fines.