El Pensamiento de Tomás de Aquino: Conocimiento, Moral y la Ley Natural

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El Conocimiento en Santo Tomás de Aquino

Para Santo Tomás de Aquino, el conocimiento integra tanto lo que se descubre por la razón como lo que se comprende a través de la fe. Siguiendo a Aristóteles, Aquino afirma que todo conocimiento intelectual comienza con el conocimiento sensible; es decir, necesitamos los sentidos para formar conceptos. A través de ellos, captamos imágenes de los objetos individuales que, posteriormente, nuestro intelecto utiliza para elaborar ideas universales.

Sin embargo, Aquino plantea un problema: ¿cómo pasamos de percepciones individuales y concretas a conceptos universales? Para él, el entendimiento tiene una capacidad abstractiva, que le permite extraer la esencia o idea general de los datos concretos que obtenemos con los sentidos. Este proceso de abstracción es lo que convierte las imágenes individuales en conceptos universales, que representan no a un ser específico, sino a una clase completa de seres.

Funciones del Intelecto: Entendimiento Agente y Paciente

  • Entendimiento Agente o Activo: Es la capacidad de abstraer, de despojar las imágenes individuales de sus particularidades y extraer de ellas un concepto universal.
  • Entendimiento Posible o Paciente: Es la capacidad de conocer estos conceptos universales. Para ello, el entendimiento toma las imágenes sensibles y las transforma en conceptos generales, como la idea de "hombre" o "libertad".

En el proceso de conocimiento, los datos de los sentidos dejan en nuestra imaginación una imagen mental o fantasma de lo percibido. Posteriormente, el entendimiento agente actúa sobre estas imágenes y las transforma en ideas universales al despojarlas de sus características individuales. Así, el entendimiento posible forma el concepto universal, que es la base del conocimiento.

La Síntesis Tomista: Razón, Fe y el Fin del Conocimiento

En comparación con Aristóteles, Santo Tomás de Aquino coincide en que el conocimiento comienza con los sentidos y que el entendimiento puede abstraer la esencia de los datos sensibles. Sin embargo, para Aquino, el objetivo último del conocimiento es comprender la realidad en su totalidad, lo que incluye tanto lo natural como lo divino. Así, la razón tiene un papel importante en el conocimiento, pero queda complementada y guiada por la fe para comprender plenamente el mundo y a Dios.

La Ética de Santo Tomás de Aquino

Las Acciones Humanas y la Responsabilidad Moral

La ética tomista se centra en las acciones humanas, las cuales distingue de las acciones comunes o automáticas. Las acciones humanas son aquellas que son voluntarias, guiadas por la razón y la voluntad, y orientadas a un fin. Estas acciones hacen que el ser humano sea responsable de sus actos, ya que posee la libertad de decidir cómo actuar. Por ello, solo las acciones sobre las que el hombre tiene control pueden considerarse verdaderamente humanas.

La Felicidad como Fin Último: Una Perspectiva Teológica

Para Santo Tomás de Aquino, el fin último del ser humano es la felicidad, siguiendo el pensamiento de Aristóteles. Sin embargo, mientras que Aristóteles consideraba que la felicidad consistía en la contemplación racional y el conocimiento, Aquino introduce un enfoque religioso. La felicidad verdadera no se logra plenamente en esta vida, sino en la visión beatífica, que es la contemplación directa de Dios en la vida eterna. Esto muestra el carácter profundamente cristiano de su ética.

La Ley Natural y sus Principios Universales

En cuanto a la ley natural, Aquino desarrolla una teoría inspirada en el estoicismo y Aristóteles. Sostiene que la naturaleza humana, concebida teleológicamente, permite al ser humano deducir normas de conducta a través de la razón. Estas normas están basadas en tres tendencias fundamentales de la naturaleza humana:

  • Conservar la vida.
  • Procrear y educar a los hijos.
  • Buscar la verdad y vivir en sociedad.

Estas tendencias reflejan principios morales universales que son evidentes, inmutables y comunes a todos los seres humanos.

Ley Positiva y la Jerarquía de las Leyes

Para aplicar estas normas a la vida social, Aquino introduce la idea de la ley positiva, que es el conjunto de leyes concretas creadas por las sociedades para organizar la convivencia. Sin embargo, si una ley positiva contradice la ley natural, el individuo debe seguir la ley natural. Así, establece una jerarquía entre las leyes humanas y las leyes divinas.

La Relación entre Aquino y Aristóteles en la Ética

Ambos filósofos, Aquino y Aristóteles, consideran que la felicidad es el objetivo supremo del ser humano y que la ética debe basarse en la razón y la naturaleza humana. No obstante, Aquino incluye a Dios como el fin último del hombre y como fundamento de las normas morales, subordinando la razón a la fe y a la revelación divina.

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