Pensiones de Jubilación: Comparativa de Sistemas Públicos y Privados y Fundamentos Económicos
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Las Pensiones de Jubilación: Comparativa de Sistemas Públicos y Privados y Fundamentos Económicos
Las pensiones de jubilación son una forma de prestación económica que tiene como objetivo sustituir los ingresos laborales del trabajador una vez que alcanza la edad legal para dejar de trabajar. Pueden gestionarse desde un sistema público (como el de la Seguridad Social) o mediante seguros privados. Ambos sistemas presentan diferencias significativas:
Diferencias Clave entre Seguro Público y Privado
Obligatoriedad
- En el sistema público, la cotización es obligatoria para todos los trabajadores.
- En los seguros privados, la contratación es voluntaria.
Determinación de la Cuota o Prima
- En el sistema público, las cotizaciones se calculan según criterios generales establecidos por ley.
- En el seguro privado, la prima se calcula en función del riesgo individual: cuanto mayor es la probabilidad de necesitar la prestación, mayor será el coste.
Relación entre Cotización y Prestación
- En el sistema público no existe una relación directa entre lo cotizado y lo que se recibe. El objetivo es, además de proteger, redistribuir la renta, ayudando más a quienes más lo necesitan.
- En los seguros privados, sí existe una relación directa: cuanto más se paga, mayor es la prestación que se asegura, y cuanto mayor es el riesgo, mayor es la prima.
Justificación de los Programas Públicos de Pensiones
La existencia y obligatoriedad de los sistemas públicos de pensiones se fundamenta en diversas razones económicas y sociales:
1. Paternalismo del Estado y Efectos Externos
El Estado asume un rol paternalista al hacer obligatoria la afiliación al sistema de pensiones. Si no fuera obligatorio, muchas personas no ahorrarían para su jubilación y terminarían en situación de necesidad. Esto genera un efecto externo negativo: los previsores (que sí cotizan) terminarían financiando a los imprevisores. La obligatoriedad evita este problema y garantiza una cobertura mínima para todos.
2. Asimetría de Información y Selección Adversa
En los seguros privados, las compañías no pueden distinguir bien entre personas de alto y bajo riesgo. Como consecuencia, aplican primas medias que expulsan del sistema a los de bajo riesgo, dejando solo a los de alto riesgo. Esto desequilibra el sistema y encarece el seguro. La solución es un sistema público obligatorio que incluya a todos y elimine la selección adversa.
3. Existencia de Riesgos Sociales
Algunos riesgos (guerras, catástrofes, crisis económicas) afectan a muchas personas a la vez. Las aseguradoras privadas no pueden cubrir estos riesgos, ya que no podrían pagar a todos simultáneamente. El Estado sí puede hacerlo porque:
- Tiene recaudación vía impuestos.
- Puede emitir deuda pública, distribuyendo el coste entre generaciones.
Por eso, solo el sector público puede asegurar este tipo de riesgos.
4. Costes de Transacción y Administración
- En el mercado privado: Hay diversidad de pólizas, lo que implica costes altos de gestión y comercialización.
- En el sistema público: Existe una única póliza común para todos, con menores costes administrativos.
El sistema público es más eficiente y económico.
5. Equidad
a) Igualdad en las Cotizaciones
En el sistema privado, el coste del seguro depende del riesgo: más riesgo → más prima. Esto perjudica a ciertos colectivos (ej. mujeres, trabajadores manuales). El sistema público corrige esta desigualdad, estableciendo cotizaciones iguales para quienes ganan lo mismo, sin importar el riesgo personal.
b) Redistribución en las Prestaciones
En el sistema privado, las pensiones son proporcionales a las primas pagadas. En el sistema público:
- Las pensiones altas se moderan.
- Las bajas se mejoran.
Este sistema incorpora un elemento redistributivo que favorece la equidad social.
6. Otras Ventajas del Sistema Público
- No busca beneficios: el objetivo es la cobertura, no el lucro.
- Mayor rentabilidad global: al no cobrar comisiones y gestionar grandes fondos.
- Estabilidad y menor riesgo de quiebra, al estar respaldado por el Estado.