Percepción Interpersonal: Cómo Interpretamos y Entendemos a los Demás
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Percepción Interpersonal
La percepción juega un papel crucial en las relaciones interpersonales, ya que nos permite captar estímulos del entorno e interpretar su significado. Al percibir, asignamos categorías y esquemas cognitivos a los objetos y personas que nos rodean.
Categorización: Agrupamos objetos o personas como equivalentes según un conjunto de reglas.
Esquemas cognitivos: Estructuras mentales que contienen rasgos generalizables sobre una acción, objeto o persona.
Sesgos de Atribución
Los sesgos de atribución son errores sistemáticos que cometemos al intentar explicar el comportamiento propio y el de los demás. Algunos ejemplos son:
- Efecto Halo: Tendencia a generalizar una característica positiva de una persona a otros aspectos de su personalidad. Por ejemplo, si alguien es atractivo físicamente, podemos asumir que también es inteligente o amable.
- Sesgo de Semejanza Supuesta: Inclinación a pensar que las personas son similares a nosotros mismos, incluso cuando las conocemos poco.
- Sesgo de Interés Personal: Atribuir nuestros éxitos a factores internos (habilidades, esfuerzo) y nuestros fracasos a factores externos (suerte, dificultad de la tarea).
- Error de Atribución Fundamental: Sobreestimar la influencia de factores disposicionales (personalidad, actitud) y subestimar la influencia de factores situacionales al explicar el comportamiento de los demás.
Cognición Social
La cognición social se refiere a los procesos mentales que utilizamos para comprender y dar sentido a las demás personas. Implica:
- Reconocimiento: Identificar y diferenciar a las personas.
- Categorización: Clasificar a las personas en grupos según características compartidas.
- Formación de Impresiones: Integrar la información que tenemos sobre una persona para crear una imagen global de ella.
Rasgos Centrales y Formación de Impresiones
Algunos rasgos de personalidad tienen un mayor impacto en la formación de impresiones que otros. Estos se conocen como rasgos centrales. Para causar una buena impresión, a menudo nos basamos en un promedio psicológico de los rasgos que percibimos en una persona.
Teoría de la Atribución
La teoría de la atribución busca explicar cómo determinamos las causas del comportamiento. Propone que atribuimos el comportamiento a dos tipos de causas:
- Causas Situacionales: Factores externos que influyen en el comportamiento, como el entorno o la presión social. Ejemplo: donar víveres durante un desastre natural.
- Causas Disposicionales: Factores internos o características de personalidad que impulsan el comportamiento. Ejemplo: trabajar de forma constante en proyectos comunitarios.