La Piedad y la Muerte: Fundamentos Romanos de la Memoria y el Orden Social
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La Piedad: Vínculos con el Origen y la Identidad
La Piedad es el conjunto de obligaciones, virtudes y sentimientos que mantienen el vínculo familiar; es el cuidado de lo humano. Para los romanos, los árboles eran objeto de piedad porque tenían raíces debajo, estaban más cerca del origen y crecían de este (Eneida). Los árboles están expuestos a lo que hagamos nosotros con ellos; esto revela nuestra condición, y en esa condición se reconoce lo humano y la piedad. El árbol de la cruz: el origen de todo.
La piedad romana se formula como el sentimiento de veneración del origen y da lugar, mediante la declaración poética de que somos hijos de la tierra en que nacemos, a que esa tierra se convierta en ascendiente (patria). El patriotismo es el sentimiento que se tiene de la tierra; en él se incorpora la piedad. La Revolución Francesa acaba con la piedad hacia el origen, extermina el patriotismo social y político de los linajes (individualización). La raza es la idea de linaje evolutivo.
El parricidio deforma la piedad; en Roma era el más castigado (poena cullei). Esta pena incluía animales simbólicos:
- El perro (asociado a la fundación de Roma)
- La víbora (que destripaba a la madre al nacer)
- El mono (deformación del hombre)
- El gallo (que representaba la divinidad)
Al condenado se le echaba al agua para alejarlo del orden social.
La Muerte: Memoria, Olvido y Orden Social
La Muerte: la diferencia de los humanos respecto a los animales es que sabemos que vamos a morir. El ser humano es el único que entierra a los muertos. La vida se configura ausentando a la muerte. Cuando se está muerto no se tienen recuerdos; la muerte es como el olvido, es no tener cuerpo ni memoria. Los vivos pueden "tener" al muerto enterrándolo, uniendo al hombre y los recuerdos. Enterrar significa evitar que deje de estar muerto. Los vivos van al lugar donde saben que está el muerto para encontrar su ausencia.
Enterrar a un muerto es dar lugar a un muerto; en ese lugar surgen los recuerdos y se da de qué hablar. La sepultura es el dolor convertido en monumento; es el lugar donde queda señalado el nombre del muerto, y para que el lugar siga señalado, tiene que ser conservado en su origen. La primera forma de propiedad privada es la sepultura: propiedad sagrada e intocable. Es el principio del orden social y la institución de lo que se tiene. El dios que representa a la muerte es Hades.