La Pintura Barroca en España: Características y Artistas Fundamentales

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La Pintura Barroca Española: Ribera, Zurbarán y Murillo

Características de la Pintura Barroca Española

  • El mecenazgo corrió a cargo de la monarquía y de la Iglesia.
  • Los temas preferidos son los religiosos, influidos por el espíritu de la Contrarreforma.
  • Irrumpe con fuerza el bodegón, detrás del cual se suele esconder un fuerte simbolismo de carácter moral e incluso religioso.
  • Se harán muchos retratos, mientras que son escasos los paisajes y los asuntos de carácter histórico.
  • Apenas hay temática religiosa.
  • El pintor era considerado un simple artesano, no se le reconocía su labor.

José de Ribera: El Españoleto

Conocido como «El Españoleto», Ribera puede ser incluido tanto en la escuela valenciana como en la escuela napolitana, ya que residió en Nápoles gran parte de su vida. Durante los primeros años de estancia en Italia, pintó la serie de «Los Cinco Sentidos», cinco cuadros en los que se desprenden elementos que van a caracterizar su obra:

  • Elige modelos de la calle, gente del pueblo, tal y como lo hizo Caravaggio.
  • La luz es tenebrista.
  • La pincelada es apretada, ajustada y minuciosa, aunque evolucionará ligeramente haciéndose más suelta y pastosa.

Entre los cuadros de temática religiosa sobresalen «La Inmaculada» y múltiples representaciones de santos y ascetas, en los que demuestra que sabe captar magistralmente los pliegues de los cuerpos secos y envejecidos de estos personajes, lejos de cualquier idealización. «El Sueño de Jacob», «El Martirio de San Felipe», «Ticio» o «La Cabeza de Baco», son algunas de sus obras más importantes. En sus obras mitológicas, los dioses carecen de la dignidad de la que deberían estar dotados, como en «Arquímedes». Se produce una desmitificación del personaje, como en «La Mujer Barbuda». Ribera es uno de los pintores más importantes del Barroco; conocía y dominaba la técnica del grabado y era un buen dibujante de trazo firme y conciso.

Francisco de Zurbarán: El Pintor de lo Sagrado

Fue un pintor esencialmente religioso, aunque realizó alguna obra mitológica como «Los Trabajos de Hércules». La mayor parte de sus obras fueron encargadas por órdenes religiosas. Pintó una serie de lienzos acerca de la vida de San Buenaventura y realizó cuatro cuadros para el Monasterio Jerónimo de Guadalupe. En estas primeras obras demuestra que es un pintor tenebrista, naturalista e interesado. Pero más adelante, la situación económica del pintor se complica y se ve obligado a hacer cuadros para América. Sus temas de pintura cambian constantemente y se aproxima a una religiosidad más dulce, más propia de Murillo, que no va demasiado con su estilo, como en «El Niño de la Espina» y «La Virgen Niña». Donde sí brilló con luz propia fue en los bodegones; estos son muy sobrios y en ellos demuestra la devoción que sentía por los objetos sencillos que emergen silenciosamente de la oscuridad.

Bartolomé Esteban Murillo: La Dulzura del Barroco

Aprendió a dotar a sus figuras de un carácter amable, sereno y dulce. Viajó a Madrid, donde conoció la colección de pinturas del rey y la obra de Velázquez. Sus imágenes religiosas, dulces y amables, suponen la aparición de una nueva sensibilidad. Constituyen un intento por desplazar las imágenes agrias, trágicas y pesimistas que tanto habían abundado durante el Barroco. Una de sus obras más conocidas y también una de las que mejor iluminan lo dicho es «La Sagrada Familia del Pajarito». Las Inmaculadas responden todas ellas a un mismo esquema: la Virgen, vestida con un manto azul, somete a una serpiente como símbolo del mal o se apoya sobre una media luna, que alude a la herejía del islam. Donde más creativo y libre se mostró fue en las pinturas de los niños, generalmente mendigos y niños sacados de la calle, que se pueden relacionar con los personajes de la literatura picaresca. Una de sus obras más difundidas y, al mismo tiempo, una de las más bellas, es «El Sueño del Patricio», que narra la historia del patricio y su mujer que tienen un sueño en el que se les aparece la Virgen y les revela su voluntad de que se construya una basílica en su honor en el Monte Esquilino.

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