Pío Baroja y la Condición Humana: Egoísmo, Verdad y Sociedad en El árbol de la ciencia
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Pío Baroja y la Condición Humana: Egoísmo, Verdad y Sociedad en El árbol de la ciencia
El egoísmo del hombre ha moldeado una sociedad malvada desde tiempos inmemoriales, y los líderes que la dirigen a menudo lo hacen prometiendo paraísos inexistentes. Sin embargo, es cierto que existen formas sociales mejores hacia las que debemos tender, utilizando para ello la serenidad, la madurez y la reflexión.
Tema Central: La Mejora Social frente al Egoísmo y el Engaño
El texto aborda la reflexión como medio para mejorar una sociedad en la que imperan el egoísmo y el engaño.
Contexto Literario y Filosófico
En el fragmento de El árbol de la ciencia propuesto para comentario, se plantea un tema muy propio de la Generación del 98 a la que pertenece el autor, Pío Baroja. Esta es una generación de pensadores que tiñen de filosofía su producción literaria.
El Debate sobre las Formas de Agrupación Social
En el texto se aborda el tema de las formas de agrupación social, un asunto de plena actualidad. Observamos en él dos posturas encontradas:
- La de Andrés Hurtado, que interviene en los párrafos 2 y 4 y que refleja la ideología del propio Baroja.
- La de Iturrioz, tío de Andrés y su contrapunto en la obra, presente en los párrafos 1 y 3.
Son numerosos los diálogos que se entablan entre ambos personajes. Hay quien dijo que Cervantes creó a Sancho Panza para que Don Quijote tuviera alguien con quien hablar. Tal vez se podría pensar algo parecido de la figura de Iturrioz.
La Postura de Iturrioz: La Mentira Biológicamente Útil
En sus intervenciones, Iturrioz toma partido por la mentira biológicamente útil: «A la mujer y a la sociedad hay que prometerles el paraíso», dice en un momento determinado.
La Postura de Andrés Hurtado: Verdad y Autodestrucción
Andrés, por su parte, toma partido por la verdad y la ciencia, un posicionamiento que lo llevará a la autodestrucción.
La Verdad como Sufrimiento:"Inquisicione"
En la parte IV de la obra, Inquisiciones, a la que pertenece también el texto, se aborda este tema ejemplificado en los dos árboles del paraíso: El árbol de la vida y El árbol de la ciencia. Se llega a la conclusión de que este último mata porque la verdad es muchas veces sufrimiento.
Egoísmo y Crueldad en la Condición Humana
Que la crueldad y el egoísmo forman parte de nuestra vida es un hecho evidente que vemos a diario. Iturrioz los acepta como algo natural, intrínseco a la condición humana, y Baroja nos muestra ejemplos a lo largo de toda la obra:
- Los alumnos de la clase de disección maltrataban a los cadáveres.
- El médico de San Juan de Dios maltrataba a los enfermos, etc.
En el planteamiento que el texto propone, encontramos la ley natural en la base del egoísmo. Esta ley defiende el principio de que el más fuerte debe vivir, aunque sea a costa del más débil.
Filosofía Existencial y la Generación del 98
Se trata, como vemos, de un texto filosófico perteneciente a una novela que también lo es y, por tanto, los temas de carácter existencial son frecuentes, como lo son en toda la Generación del 98, producto probablemente de la crisis finisecular y todo lo que esta crisis conlleva.
Dualidad y el Idealismo Alemán en Andrés Hurtado
Observamos en Andrés los dos personajes tipo de Baroja: el hombre de acción (al principio de la novela) y el hombre de no-acción (conforme avanza la obra). En esta dualidad del protagonista encontramos las dos corrientes del Idealismo alemán tan importantes para el 98: Vitalismo (Nietzsche) y Pesimismo (Schopenhauer). Andrés pasa de ser un hombre de acción al de no-acción.
La Negación de la Realidad
Al analizar la postura adoptada en el texto por Iturrioz, descubrimos que los seres humanos, a menudo, oímos lo que queremos oír y prestamos atención a los prometedores de paraísos que sabemos inexistentes, negándonos a ver la auténtica realidad que con frecuencia es mucho más dura y cruel.