Planetas y Satélites: Características y Evolución Geológica

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Venus: Planeta Volcánico

Venus es un planeta con una atmósfera densa, caliente (475 °C) y compuesta por una mezcla de CO2, vapor de agua y H2SO4. Su tamaño es similar al de la Tierra, pero su periodo de rotación es de 243 días y su sentido es contrario al de la Tierra. Venus presenta una gran variedad de terrenos, con accidentes volcánicos, cordilleras montañosas plegadas y una compleja red de fallas, lo que indica que el planeta ha sido geológicamente activo hasta hace poco. Las lavas volcánicas ocupan más del 85% de la superficie del planeta y tienen una edad comprendida entre 1600 y 300 millones de años.

Marte: Planeta Rojo

Marte es un planeta más pequeño que la Tierra, con dos satélites, Fobos y Deimos. Su superficie es roja debido a los óxidos de hierro presentes en ella, producto de la meteorización de silicatos. El núcleo de Marte ocupa la mitad del radio del planeta, similar al de la Tierra y Venus, y parece tener una parte líquida externa e interna sólida. Su atmósfera es fina y está compuesta principalmente por CO2. No hay agua líquida en la superficie, pero hay indicios de que puede haber grandes proporciones de hielo bajo la superficie en los polos (robot Phoenix). La red de valles y canales secos, así como la presencia de minerales de sulfatos, indican que el agua líquida fue muy abundante en la superficie de Marte hace 3,5 Ga.

Rotación y Traslación de la Tierra

Rotación

La velocidad media de rotación de la Tierra es de 1.620 km/h (velocidad máxima en el Ecuador y mínima en los Polos). El tiempo en un giro es de 23h 56m 4s, que es la unidad básica de tiempo. El eje de rotación está inclinado hacia la derecha 66,5º respecto al plano de la eclíptica. El sentido de giro es antihorario, de Oeste a Este. La rotación de la Tierra tiene una gran influencia en los seres vivos y ecosistemas, ya que determina los ciclos diurnos y nocturnos.

Traslación

La velocidad media de traslación de la Tierra es de 107.000 km/h. El tiempo de giro es de 365d 6h (1 año sideral). La Tierra tiene dos posiciones extremas: el afelio, la más alejada del Sol (2-3 de julio) y el perihelio, la más cercana (2-3 de enero). La órbita de la Tierra es elíptica con baja excentricidad (casi circular), contenida en el plano de la eclíptica. El sentido de giro es antihorario. La traslación de la Tierra es responsable de las estaciones, debidas a su vez a la inclinación del eje de la Tierra. Las estaciones son complementarias en ambos hemisferios. En verano en el hemisferio norte, los rayos solares inciden perpendicularmente, incrementando la insolación y, por lo tanto, la temperatura. En el hemisferio sur, los rayos solares inciden oblicuos y se dispersa el calor.

Ciclos de Milankovitch

Los ciclos de Milankovitch son variaciones orbitales que influyen en los cambios climáticos glaciales e interglaciares a lo largo de la historia geológica. Estas variaciones incluyen:

  • Excentricidad: La órbita de la Tierra varía en su excentricidad, desde casi circular a elíptica, en periodos aproximados de 100.000 y 400.000 años, debido a la influencia de Júpiter y Saturno.
  • Oblicuidad: La inclinación del eje de rotación (23,27º) varía entre 22º y 24,5º en un periodo cercano a los 41.000 años.
  • Precesión: La orientación del eje de los polos describe en 26.000 años un cono cuyo ángulo es de 23º27', siendo constante la inclinación del plano del Ecuador sobre el plano de la eclíptica.

Se cree que estas variaciones orbitales son las constantes de los cambios climáticos glaciales e interglaciares a lo largo de la historia geológica. En la historia geológica han ocurrido cinco glaciaciones principales. La Tierra se encuentra en un periodo interglaciar dentro de la glaciación cuaternaria. Las otras grandes glaciaciones han ocurrido durante el Paleozoico Superior, Ordovícico y Silúrico y en el Precámbrico. En la glaciación cuaternaria, las fases glaciares más significativas se suceden regularmente con una periodicidad de 120.000 años aproximadamente.

Luna: El Satélite de la Tierra

La Luna es el quinto satélite más grande del Sistema Solar (diámetro de 3500 km) y el segundo más denso (después de Io, Júpiter). Su órbita es una elipse, ocupando la Tierra uno de sus focos. Cuando está más cerca, está en su perigeo, y cuando está más lejos, en su apogeo. La Luna tiene dos tipos de terrenos: las tierras altas con muchos cráteres (el 80%) y las tierras bajas, llamadas Mares, con muy pocos cráteres y mayoritariamente localizados en la cara visible. Las tierras altas son claras (regolito) porque reflejan la luz del Sol y los Mares son oscuros porque están compuestos de basaltos.

Las tierras altas son muy antiguas (entre 4,4 y 4,0 Ga) mientras que los Mares son más jóvenes (entre 4,0 y 3,2 Ga).

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