Platón: La Alegoría de la Caverna y la Jerarquía del Conocimiento
Clasificado en Filosofía y ética
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La Alegoría de la Caverna y los Grados del Conocimiento Platónico
En el célebre Mito de la Caverna de Platón, los prisioneros se encuentran encadenados desde su nacimiento. Si la caverna representa el mundo sensible, los prisioneros simbolizan a los hombres ignorantes que viven confortablemente en su mundo de prejuicios (sus ligaduras), constituido por el mero conocimiento sensorial. Así pues, perciben una falsa realidad, aunque ellos la consideran verdadera.
Platón nos explica los grados de conocimiento y de realidad mediante la Alegoría de la Línea. Representemos en una línea recta los dominios de lo sensible y lo inteligible. Sobre la parte de la línea que representa el mundo sensible, tendremos dos divisiones:
- La primera, correspondiente a las imágenes de los objetos materiales: sombras, reflejos en las aguas o sobre superficies pulidas.
- La segunda, correspondiente a los objetos materiales mismos, a las cosas o fenómenos: obras de la naturaleza o del arte.
Los grados de conocimiento, eikasia o conjetura, y pistis o creencia, se corresponden con las sombras y los objetos del mundo sensible, respectivamente. Ambos proporcionan opinión o doxa. La doxa es inferior a la episteme o conocimiento racional. Y dentro de la doxa, la eikasia es el nivel más bajo de conocimiento, el cual coincide con el nivel inferior de la realidad. Los prisioneros se encuentran en el ámbito de la doxa, es decir, en el mundo sensible: material, corruptible y sometido a un perpetuo devenir. Desde su nacimiento, perciben solo las sombras proyectadas sobre el muro. No conocen la verdadera realidad (las Ideas), sino una copia (sombras) de la copia (objetos o fenómenos).
El Alma y el Proceso de Purificación
El alma, preexistente al cuerpo, es eterna y su lugar natural es el mundo suprasensible de las Ideas. El prisionero representa ese estado en el que el cuerpo es la cárcel del alma, constituyendo un estorbo para ella, pues las pasiones la arrastran impidiéndole la contemplación de las Ideas. La salida del prisionero de la caverna coincide con el proceso de purificación (catarsis) que debe experimentar el alma para volver al mundo inteligible.
La Teoría de las Ideas Platónica
El Dualismo Razón-Sentidos y el Conocimiento de las Ideas
La dicotomía razón-sentidos es el correlato epistemológico de la dicotomía ontológica mundo inteligible-mundo sensible; y, además, de la dicotomía antropológica que entiende al ser humano como la unión accidental de cuerpo y alma.
Así, el cuerpo se encuentra vinculado al conocimiento sensible y el alma al conocimiento racional, precisamente, al que le compete el conocimiento de las Ideas. A la pregunta: ¿cómo conocemos las Ideas?, Platón responde, en la Alegoría de la Línea, señalando distintos grados de conocimiento y de realidad. El primer grado es la doxa o conocimiento sensible. Este se divide en eikasia o conocimiento de las imágenes de las cosas y pistis (creencia) o conocimiento de los fenómenos.
La Realidad Sensible
Por su parte, la realidad sensible se caracteriza por estar sometida al cambio, a la movilidad, a la generación y a la corrupción. Aunque su grado de realidad no pueda compararse al de las Ideas, ha de tener alguna consistencia, y no puede ser asimilado simplemente a la nada. Así, el mundo sensible o fenoménico tiene un ser relativo: no se puede identificar con la nada, pues algo es, y no se puede identificar con las Ideas salvo en la medida en que participa de ellas.