Platón: Epistemología, Alegoría de la Caverna y Crítica de Popper

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La Epistemología Platónica: Del Mito a la Caverna y la Crítica de Popper

1.2. Conceptos Fundamentales: Epistemología, Optimismo y Pesimismo

Platón plantea soluciones o respuestas que van evolucionando a medida que madura su propio sistema filosófico. En el diálogo Menón, Platón utiliza el mito de la inmortalidad del alma para explicar cómo se produce el conocimiento. Según este mito, el alma es eterna, ya existía antes del cuerpo, y antes de unirse a este ha estado en contacto con las Ideas.

Entre los diálogos de madurez, es La República el que presenta la evolución más significativa respecto a la teoría del conocimiento. En la alegoría o mito de la caverna, Platón realiza una clasificación sistemática de los grados de conocimiento, a la vez que explica en qué consiste y cómo se produce el ascenso desde el estado de ignorancia hasta el mayor grado de conocimiento.

A esta teoría del conocimiento es a la que Karl Popper tilda de epistemología pesimista, argumentando que, en su interpretación, las ideas no son consideradas a priori en el sentido de ser innatas y perfectas, sino que la búsqueda del conocimiento objetivo es un proceso continuo y falible. En contraste con una visión dogmática, son las ciencias las que nos permiten, no sin esfuerzo, obtener conocimientos cada vez más objetivos y universales con los que poder comprender el mundo real.

3. Ampliación de la Referencia de Popper

Platón quiere ilustrar la teoría del conocimiento en paralelo con la política. La primera lectura del mito de la caverna nos indica el largo y costoso proceso del conocimiento. Inicialmente, solo se conocen imágenes o sombras de las cosas sensibles. En un momento posterior, se conocen las cosas sensibles mismas.

Gracias a la razón discursiva, propia de las ciencias, podemos realizar generalizaciones que nos permiten pasar, ascender, desde la multiplicidad de las cosas particulares y concretas hasta las Ideas abstractas (las Formas platónicas).

El pasaje del mito de la caverna tiene una lectura pedagógica, fundamental y política: si queremos un Estado ideal, la función que tienen que desarrollar los elegidos dentro del Estado será la de gobernar. Los elegidos son los que mejor conocen la verdad y el bien, y cómo llegar a ellos. Este camino de regreso se lo asigna Platón al rey-filósofo, pues los filósofos son los ciudadanos que, por medio de la dialéctica, han contemplado las esencias reales. Para garantizar el perfecto funcionamiento del Estado, este ha de estar gobernado por los elegidos, por los mejores en conocimientos.

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