Platón y Nietzsche: Visiones Opuestas sobre Realidad, Conocimiento y Ética
Clasificado en Filosofía y ética
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Comparación con Platón
La Realidad
Frente al dualismo ontológico de Platón, Nietzsche defiende que la única realidad es el devenir. El mundo verdadero platónico es una invención de la razón, fruto de la decadencia del ser humano.
El Conocimiento
Posición de Platón
En consonancia con lo anterior, si existen dos ámbitos ontológicos, deben afirmarse también dos tipos de conocimiento distintos: dualismo epistemológico. Parménides afirmaba dos modos de conocimiento: la vía de la opinión, producto de los sentidos, y la vía de la verdad, producto de la razón. En Descartes, los sentidos no son fiables; solo una razón guiada por el método matemático puede alcanzar el conocimiento verdadero.
Posición de Nietzsche
El conocimiento sensible es el único válido, por lo que será múltiple, cambiante y subjetivo.
La Ética: Vitalismo frente a Moral Contranatural
Según Nietzsche, con la dialéctica y el intelectualismo moral, Sócrates inicia la decadencia de la cultura occidental, imponiendo la moral de esclavos a la moral de los señores, que era la defendida por el auténtico espíritu griego. Platón profundiza en la moral socrática, adoptando el intelectualismo moral como teoría clave a la hora de entender el bien, la justicia, la verdad y la felicidad. Los valores propios de la vida se convierten en Nietzsche en los valores morales.
Actualidad
La Vulgarización del Vitalismo
Se trata de vivir el momento, de renunciar a que la trascendencia confiera a la vida su peso y sentido, y de buscar ese sentido en la propia vida. Consecuencias probablemente vulgarizadas de este vitalismo se encuentran en la actual identificación de la felicidad con lo material, en el culto al cuerpo y a la imagen, etc.
El Valor de la Educación para la Crítica y la Vida
La apuesta por una educación crítica, tanto por parte del alumnado como del profesorado, encuentra en el texto de Nietzsche un apoyo. La razón en la filosofía propone no admitir acríticamente ninguna verdad, aunque la tradición, el tiempo o la mayoría la hayan mostrado incuestionable. Nietzsche propone una razón que no debe esclavizar los instintos, sino procurar satisfacerlos.