Platón vs. Nietzsche: Dos Visiones Filosóficas Opuestas sobre Realidad, Conocimiento y Ser Humano
Clasificado en Filosofía y ética
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Introducción: El Enfrentamiento Filosófico
Idea básica: Nietzsche construye su filosofía, de manera explícita, en oposición a la filosofía platónica. Ambas concepciones filosóficas son, por tanto, claramente contrarias. De hecho, Platón es el principal adversario filosófico hacia el que Nietzsche dirige sus furibundos ataques. Según Nietzsche, Platón constituye el inicio de la tradición metafísica, la cual se caracteriza por la invención de mundos ilusorios, trascendentes, racionales y abstractos cuyo origen reside en la negación y el desprecio del mundo terrenal, el único existente. Y Nietzsche se propone como tarea la destrucción de esta tradición metafísica mediante su filosofía del martillo.
1. Ontología: La Naturaleza de la Realidad
Platón
- Dualismo ontológico: Platón distingue entre un mundo inteligible, compuesto por Ideas eternas, inmutables y perfectas, y un mundo sensible, compuesto por los individuos que percibimos por los sentidos (los cuales son una copia imperfecta de dichas Ideas).
- Si bien Platón no niega que exista el mundo sensible, le concede una preeminencia ontológica al mundo inteligible. De esta manera, rechaza el devenir y la finitud propios del mundo sensible y considera que el auténtico mundo es eterno e inmutable.
Nietzsche
- Defiende que el único mundo existente es el mundo terrenal que percibimos por los sentidos, caracterizado por un devenir y un cambio constante en el que todos los seres nacen y perecen. No debemos lamentar que las cosas nazcan y mueran, sino que debemos amar el mundo tal como es y, en consecuencia, no inventar otros mundos.
- Rechazo absoluto de toda trascendencia o realidad ultraterrenal. No hay nada eterno ni inmutable: solo hay devenir, cambio y variabilidad.
2. Epistemología: Las Vías del Conocimiento
Platón
- Dualismo epistemológico: Platón distingue entre un modo más elevado de conocimiento, la episteme (conocimiento cierto), que nos permite acceder al mundo inteligible, y un modo menos elevado, la doxa (opinión), que nos permite acceder al mundo sensible. Dentro de la episteme, la ciencia más elevada es la Dialéctica, en la cual accedemos mediante la razón a las Ideas más importantes: el Bien, la Verdad y la Belleza.
- Rechazo de los sentidos como método de conocimiento, ya que únicamente nos aportan un conocimiento confuso y variable. Esto se debe a que los sentidos únicamente nos permiten captar el mundo sensible, el cual está sujeto al cambio.
Nietzsche
- El mundo es un continuo cambio, un nacer y perecer, que es captado adecuadamente por los sentidos. Los sentidos no nos engañan puesto que nos muestran la esencia de la realidad: el devenir.
- Rechazo de las aptitudes de la razón y del lenguaje para captar la inmensa variabilidad y riqueza del mundo terrenal, ya que los conceptos abstractos son entidades estáticas que realizan un falseamiento, una momificación de la realidad en continuo devenir.
3. Antropología: La Concepción del Ser Humano
Platón
- Dualismo antropológico: el ser humano está compuesto por un alma inmortal y un cuerpo perecedero.
- El alma pertenece originalmente al mundo inteligible de las Ideas y en la vida terrenal está atrapada en el cuerpo. El alma debe purificarse mediante el conocimiento y la contemplación de las Ideas eternas, es decir, debe recordar las Ideas que ya conoce desde su existencia previa en el mundo de las Ideas.
Nietzsche
- No existe de ninguna manera un alma inmortal, sino que somos un animal cargado de instintos, los cuales condicionan y dirigen nuestro comportamiento. Hay una lucha interior constante entre estos instintos, la cual se resuelve en una jerarquía de instintos. De acuerdo a las diferentes personalidades, algunos instintos serán más poderosos que otros.
- La idea de que poseemos una voluntad libre que dirige racionalmente nuestro comportamiento es una ilusión. En realidad, el ser humano está dirigido, igual que el resto de seres del universo, por la voluntad de poder: la tendencia irracional e inconsciente hacia el acrecentamiento del propio dominio.