Plenilunio: Trama, Temas y Violencia en la Novela
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La Trama de la Novela
La trama de la novela: Se unen varios hilos conectados entre sí. Tenemos una historia de novela policíaca y crece la complejidad con la implicación del terrorismo. La persecución y la provocación de la enajenación de su esposa conectan dos tipos de violencia reflejada en la novela: la sexual del pescadero y la política. También es importante la trama amorosa de dos personajes desengañados que reencuentran, al menos de forma temporal, el amor y la posición de perdidos. Esta intriga tras el atentado queda abierta y la intriga final refuerza un recurso aplicado en muchos momentos de la obra para suscitar el interés del lector. Abundan capítulos o secuencias con final aplazado cuando va a suceder algo a un personaje, como por ejemplo en el capítulo 20, no se refleja el final hasta el 23.
Los Temas de la Novela (Líneas Argumentales)
Los temas de la novela (líneas argumentales): La novela toca temas de gran actualidad. Si el arranque de la misma es el de una policíaca, deriva en una reflexión ética sobre la vida en la ciudad cuando desaparece la solidaridad y se hace patente la obscenidad de la violencia y se impone la hegemonía del malvado y la celebración de la crueldad.
La Violencia
La violencia es el eje temático esencial. La sexual se refleja en el abuso y muerte de Fátima, en el secuestro e intento de asesinato de Paula, en la historia del fraile que perdió la razón y raptó y mató a un niño. El tema secundario es el sufrimiento infantil o la violencia sobre niños que por su indefensión resultan moralmente más perniciosos. La política del terrorismo de ETA, ejercida con pistolas y bombas, aunque no menos cruel es que ejerzan con amenazas, llamadas o pancartas contra inocentes. El narrador relaciona a los que abusan de niños o ejercen la violencia contra inocentes por su deseo secreto de publicidad; en el fondo, los colma de satisfacción y vanidad sus hazañas. En relación con la violencia, el mal se plantea desde la óptica del Padre Orduña: es posible el reconocimiento del malhechor por su mirada y lo engañoso de las apariencias. La experiencia del inspector no coincide con la del Padre Orduña y cualquier mirada puede ser la de un inocente o un culpable. El autor, a través del Padre Orduña, podría realizar una reflexión teológica sobre el mal; se lamenta la misericordia de Dios. Ferreras, izquierdista y ateo, parte de la bondad del hombre y busca explicaciones ambientales o genéticas al mal; acaba admitiendo lo enigmático del problema y aceptando el mal como una pura sinrazón del azar. Otra vertiente del mal es la posible despersonalización del individuo en las ciudades, su fácil vinculación al grupo y posible tendencia a realizar actos reprobables manteniendo el secreto.
La Víctima y las Penas
La víctima y las penas. Mientras en muchas novelas policíacas domina el punto de vista del investigador, Plenilunio da una gran importancia a las víctimas. La novela se presenta desde la familia afectada y hay una crítica a las penas y su fácil redención.
El Amor
El amor aparece en contrapunto con la violencia y la maldad anterior. El conyugal del inspector hacia su esposa y el pasional de la relación con Susana, fruto de experiencias negativas en ambos.
Los Medios de Comunicación
La presencia de los medios de comunicación aparece como segundo tema, pero con cierto relieve. Son frecuentes las referencias a los testimonios gráficos y medios audiovisuales en la sociedad en la novela, influyendo en las opiniones de los personajes o presentes en su día a día.
El Contexto Educativo y Ambiental
Por último, el influjo del contexto educativo, familiar y ambiental. El comportamiento delictivo del asesino aparece muy relacionado con su escasa educación, su enfermiza atención a la radio, periódicos y televisión y con su adicción a las películas de violencia sexual. De todo ello se deriva su falta de normas morales para distinguir lo virtual y lo real, el bien y el mal. De ahí sus disculpas finales con el influjo maléfico de la luna y el demonio.