Poema de Amor y Nostalgia: Un Reencuentro con la Pasión

Para Stephania, Agosto 2012

Es mi turno.

Sé que no debería hacer esto.

Esta vez yo soy el triste...

¿Y recuerdas todos los llantos que te vi llorar? Y ahí me viste.

Ahora tú estarás a mi lado.

Necesito, sirena, oír tu voz.

A ti es a quien quiero ver sonreír.

Tú, esta vez, no me debes herir.

Habrá muchas personas, pero hoy quiero que seamos solo los dos.

Sé que no te lo debo pedir,

que ya no puedo acercarme,

hundirme en tus ojos, ir hacia ti,

volver a sentirte y besarte.

No, ya no debería, y sabes que es por él.

Pero si te lo pido es porque ahora yo lo necesito.

Noches de Despedida

¿Recuerdas las noches en tu puerta, al despedirnos?

¿Cómo olvidar tus brazos encadenándome?

Y las otras cadenas, las de tus labios, las de tus piernas.

Súplica

Ahora tú estás feliz, y no por mi culpa.

Y yo soy el chucho malherido.

Dime, ¿qué tienes para mí? ¿Alguna cura?

¿O ya habrás olvidado quién te ha querido?

Sé que parece que te lo exijo, no es así.

Usaré de excusa que estoy triste, y estando así no soy nada sutil.

Te pido que me ayudes por amor.

Sentir tu mano acariciándome.

Sabes que me cuesta admitirlo.

Sabes que no suelo pedir cariño.

Si vine hasta aquí es para exigirlo.

Y no es por lujuria ni por dolor.

Es para recuperar mi pasión.

Un Último Ruego

Quiero que leas esto hasta el final,

y que te quedes un segundo más,

y estés conmigo porque también soy tu amigo.

Estás leyendo esto y estás frente a mí.

Este poema, o carta, o saeta, en persona, vine y aquí yo te lo di.

Y estamos a unos minutos de que súbitamente te robe un beso.

Te conozco y pensarás que exagero, pero también sé que entiendes que esto es real.

Y el beso que te voy a dar no es por cariño o necesidad de atención. ¡No!

Es porque quiero que me hagas regresar a nuestros tiempos de poetas, piratas y amor.

Decisión Final

Ya es hora de acabar esta carta, o lo que sea.

Y espero que hagas lo que hagas, no lo hagas por lástima.

Sea lo que sea que hagas, ni por piedad a mi tristeza.

Si es así, ahora mismo dímelo.

Diremos que es solo amistad y no se hable más.

¡Pero si es por amor!

Déjame besarte.

Tus labios repararán las fugas de razón.

Póstrate, mi estandarte.

Y mis dedos te pintarán.

Y así los dos entonaremos la vieja canción en honor a nuestra vieja pasión.

Ahora... toma mi mano.

Mira hacia arriba, que voy a besarte.