La Poesía Española Desde 1939 Hasta Finales Del Siglo XX
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La Poesía Española de 1939 a Finales del Siglo XX
En los años anteriores a la Guerra Civil, la poesía española había alcanzado altos niveles de creatividad. En 1936 se dio el auge de la producción poética.
Miguel Hernández
Es un poeta excepcionalmente dotado, muestra un fascinante equilibrio entre emoción y contención. Coincidió con la moda gongorina, de la que surgió Perito en lunas, pero su plenitud poética llegó en 1934 con El rayo que no cesa. También escribió Elegía a Ramón Sijé. Al estallar la guerra se une a una literatura comprometida o de combate y escribe Viento de pueblo, El hombre acecha (1939). Finalmente en la cárcel escribe la mayor parte de Cancionero y romancero de ausencias.
Poesía Social (Década de los 50)
En 1955 con la publicación de: Cantos iberos de Gabriel Celaya, Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Historia del corazón de Aleixandre, surge una nueva poesía que antepone a las metas estéticas los objetivos más inmediatos. El tema más usado es España y utilizan un estilo claro con un tono coloquial. Destacan: Ángela Figuera, Victoriano Crémer, Eugenio de Nora y Gloria Fuertes.
Renovación Poética: La Generación del 50
Aparecen nuevos poetas como Ángel González, Jaime Gil de Biedma, Francisca Aguirre, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo y Antonio Gamoneda. Presentan una preocupación fundamental por los problemas del ser humano e inconformismo frente al mundo en que viven. Usan un lenguaje personal, nuevo y renace el interés por los valores estéticos.
Novísimos
En 1970 se publicó Nueve novísimos poetas españoles, donde José María Castellet reúne a J. Mª Álvarez, Félix de Azúa y Leopoldo María Panero, entre otros. Tratan temas personales con tonos más graves y frívolos.
Poesía Desde 1970
La poesía muestra una gran complejidad debido a la presencia de distintas generaciones, la multiplicidad de tendencias y a la irrupción de las mujeres. A partir de los años 80, se recuperan las formas métricas tradicionales junto con la poesía narrativa y el lenguaje coloquial, destacan Luis Cernuda y Gil de Biedma. Aparece la poesía del silencio, en la que destaca Andrés Sánchez Robayna, y la poesía de la experiencia, con Luis García Montero. Otras tendencias poéticas fueron el Neosurreallismo, Erotismo, Noexistencialismo, la Poesía épica y el Neorrealismo.