Poesía Española de Posguerra: Corrientes Arraigada y Desarraigada en los Años 40
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Contexto Histórico y Literario
El panorama de España durante la década de los cuarenta es bastante desolador: racionamiento, hambre, aislamiento internacional y represión política, social y cultural. La poesía, al igual que la novela y el teatro, estará marcada por una ruptura con el pasado cultural y literario anterior a la contienda. A esta situación se le añaden cuatro circunstancias que contribuyen a crear un vacío literario:
- La muerte de poetas representativos de generaciones anteriores como Unamuno, Antonio Machado y García Lorca.
- La cárcel, como en el caso de Miguel Hernández, y una censura rígida, especialmente en los años 40.
- El exilio de poetas como Juan Ramón Jiménez y gran parte de los miembros del grupo del 27, excepto Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre.
- La publicación y divulgación de la poesía a través de revistas y antologías para un público minoritario.
A pesar de estas circunstancias, la lírica se convierte en el género literario más prolífico de la posguerra. Se produjeron muchos movimientos y tendencias. A la hora de atender a su estudio, nos ajustaremos a la clasificación que hizo Dámaso Alonso entre poesía arraigada y poesía desarraigada.
Poesía Arraigada
Se sitúa dentro de la lírica “oficial”, nacionalista. Es la que escriben los poetas afines al régimen que publican en las revistas Escorial y Garcilaso. Ofrecen una visión positiva, coherente y armoniosa del mundo.
Se engloban en este grupo los poetas conocidos al inicio de la guerra como juventud garcilasista, llamado así por el homenaje que hacen al poeta Garcilaso de la Vega en 1936 con motivo del centenario de su muerte. Para el grupo, Garcilaso es modelo de poeta y soldado, que les da pie a hacer una poesía heroica y de evasión. Estos jóvenes empezaron escribiendo en la revista falangista Escorial (1940) y posteriormente en la revista Garcilaso (1943), fundada por José García Nieto.
Características de la Poesía Arraigada
El rasgo más sobresaliente de esta poesía es la preferencia por los clásicos, que se manifiesta en:
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Temas: el amor, la fe católica, el paisaje y la patria convierten a esta poesía en:
- Poesía de evasión: por la omisión de referencias al dramatismo de la posguerra.
- Poesía heroica: por el sentimiento religioso y la recuperación de glorias hispánicas.
- Poesía amorosa: centrada en vivencias cotidianas y personales con sentido trascendente, especialmente con idealización de la amada y dolor ante su ausencia o pérdida.
- Métrica: uso de estrofas clásicas como el soneto, tercetos encadenados, décimas y octavas reales.
- Estilo: sobrio.
Autores Destacados
Entre los poetas arraigados destacan Leopoldo Panero y Luis Vivanco. Luis Rosales fue precursor del grupo garcilasista, director de la revista Escorial y autor de Abril (1935) y La casa encendida (1949), en la que rememora el paraíso perdido de la infancia. Este y Dionisio Ridruejo experimentaron con el tiempo una evolución que les distanció del régimen.
Poesía Desarraigada o Poesía Existencial
Poesía de los detractores del régimen que permanecieron en España y que debieron someterse a la censura. El año 1944 marca este nuevo rumbo con la aparición de Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del paraíso, de Aleixandre. Estos poetas y otros, como Blas de Otero, Gabriel Celaya y José Hierro, dan a conocer su obra a través de la revista Espadaña, que nació con la voluntad de romper con la temática y la estética formalista de los garcilasistas. En ocasiones tienen un estilo de tintes tremendistas, semejante a la corriente novelística de la misma época.
Características de la Poesía Desarraigada
- Temas: la realidad de posguerra, un mundo de desolación y ruina, que sienten absurdo y sin sentido y para el que buscan respuesta; angustia del ser humano expresada con tono violento; religiosidad crítica, dominada por sentimientos de soledad, vacío, miedo, angustia de vivir y morir, con reproches a un Dios ausente y callado.
- Métrica: el soneto predomina, especialmente en Blas de Otero, pero también se emplea el verso libre, como en Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre.
- Estilo: huyen del esteticismo y presentan un lenguaje más directo y sencillo, pues no importa tanto la estructura del poema como su contenido; sin embargo, la sencillez es solo aparente. Muestran preferencia por la expresión abrupta, desnuda y desgarrada.