Poesía Española de Posguerra: Del Intimismo a la Denuncia Social
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 3,95 KB
Grupo Cántico
El Grupo Cántico cultivó una estética refinada y sensual. Sus temas, casi siempre intimistas, empleaban con frecuencia un tono vitalista, aunque en ocasiones se tornaba nostálgico y elegíaco. Destacan las obras de Ricardo Molina, Juan Bernier y Pablo García Baena.
La Poesía Social de los 50
Contexto y características
La poesía desarraigada de la década de 1940 derivó progresivamente en la llamada poesía social. Esta evolución se produjo por el desplazamiento del enfoque individual al colectivo en los interrogantes sobre el sentido de la existencia humana, así como por la incorporación a la obra de arte de la denuncia de la injusticia reinante en el país.
Durante la década de 1950, se desarrolló la poesía social comprometida como corriente poética dominante. Se trata de una literatura de realismo testimonial que continúa la línea rehumanizadora iniciada antes de la Guerra Civil, con influencias evidentes de Antonio Machado, Pablo Neruda y Miguel Hernández.
Se suele considerar la antología Consultada de la Poesía Social, publicada en 1952 por Francisco Ribes, como el punto de arranque editorial. Para estos autores, la poesía era una vía de comunicación que buscaba dirigirse a la masa y ser, al mismo tiempo, una herramienta de transformación social.
Esta poesía trata de dar testimonio de los problemas de España y de contribuir a su solución, adoptando actitudes solidarias y de compromiso con los oprimidos y silenciados. Presentan usualmente un tono pesimista, pero es frecuente también hallar en ellos una puerta de esperanza abierta hacia un futuro mejor.
En cuanto al estilo, adopta un tono llano y conversacional que, como sucede con los temas, acaba resultando monótono, aunque en ocasiones los poemas logran despertar la riqueza poética que subyace en el registro coloquial de la lengua. Aparecen poemas de contenido social en autores como José Hierro, que darán el tono dominante en la poesía de la década siguiente.
Blas de Otero
Blas de Otero (Bilbao, 1916 - Madrid, 1979) atravesó varias etapas vitales que se reflejan en su trayectoria poética:
- Poesía existencial: Esta etapa se caracteriza por la búsqueda del sentido de la existencia del hombre, un hombre desvalido pero con sed de eternidad. Son frecuentes las desgarradas preguntas a un dios que no responde. El lenguaje es dramático y tenso, y aparecen estrofas clásicas con frecuencia. Obras destacadas: Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, ambas fusionadas posteriormente en Ancia.
- Poesía social: Los temas dominantes son la situación de España, la función social del poeta y la solidaridad humana. La poesía es lucha por la paz, la justicia y la libertad, una lucha dolorosa pero con fe en un futuro mejor. Obra destacada: Pido la paz y la palabra.
- Nuevas formas expresivas: Emprende la búsqueda de nuevas expresiones poéticas a través del uso de formas métricas más libres y poemas en prosa. Incorpora imágenes insólitas que confieren a los textos cierto hermetismo y recurre a temas que pertenecen a la intimidad del poeta. Obra destacada: Mientras o Poesía con nombres.
Gabriel Celaya
Gabriel Celaya (seudónimo de Rafael Múgica), ingeniero vasco, será siempre recordado por su poesía social, quizá la más política que se escribió en los años 50, con obras como Las cartas boca arriba, Tranquilamente hablando, Lo demás es silencio y Cantos Íberos.
A pesar de este reconocimiento como poeta social, Celaya tiene un variado registro que incorpora a su extensa producción desde textos de corte surrealista, como en Movimientos elementales, hasta la poesía experimental de Campos semánticos.
Se caracteriza por un lenguaje intenso y agresivo.