La Poesía Española del Siglo XVIII: Ilustración y Nuevas Tendencias
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La Poesía Española del Siglo XVIII: Un Cambio de Mentalidad
El siglo XVIII en España estuvo marcado por un profundo movimiento cultural e ideológico que transformó la mentalidad de la época. La Ilustración adquirió gran importancia, promoviendo la razón, la observación y la experimentación como pilares fundamentales del conocimiento, desplazando el criterio de autoridad basado en la fe.
Características Clave de la Ilustración
Las ideas ilustradas se sustentaron en conceptos que buscaban desterrar las supersticiones y el pensamiento dogmático, dando paso a una nueva forma de entender el mundo:
- Razón: Se eliminaron los métodos de conocimiento basados en creencias y supersticiones, abriendo camino al racionalismo.
- Ciencia: Se impuso una conciencia utilitarista fundamentada en el método científico, con el objetivo de impulsar el avance de la sociedad.
- Progreso: Fue uno de los fines principales de los ilustrados, buscando la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.
- Educación: Se promovió una reforma educativa que buscaba extenderse a todas las clases sociales a través de la creación de aulas de enseñanza.
Evolución de la Poesía en el Siglo XVIII
La poesía del siglo XVIII presentó tendencias con características particulares, evolucionando paralelamente a otros géneros literarios. Estas corrientes poéticas a menudo tuvieron límites cronológicos poco precisos, marcando una transición entre estilos.
Poesía Barroca: El Legado del Siglo XVII
En los primeros años del siglo, continuaron cultivándose aspectos formales de la lírica del siglo XVII. La poesía barroca imitó el lenguaje y alardeó de técnicas lingüísticas rebuscadas, aunque a menudo careció de la ideología exaltada que dio sentido a la creación de los escritores barrocos. Poetas como Diego de Torres Villarroel o Gerardo Lobo mantuvieron viva esta tradición.
Poesía Rococó: Sencillez y Festividad
La poesía rococó supuso una depuración de la estética barroca. Se caracterizó por su carácter cortesano, su sencillez expresiva, el sensualismo y el tono festivo de sus temas. El género poético más cultivado dentro de esta corriente fue el de las anacreónticas: poemas de estrofa breve y verso corto, frecuentes en exclamaciones, epítetos y diminutivos. Destacan las composiciones de José Cadalso y Juan Méndez Valdés.
Poesía Neoclásica: Sobriedad y Armonía
La poesía neoclásica acentuó el carácter clásico, buscando la sobriedad y la armonía en el estilo. Los escritores de esta corriente cultivaron la poesía amorosa, mitológica, épica y bucólica, inspirándose en los modelos grecolatinos.
Poesía Ilustrada: Razón y Didactismo
La poesía ilustrada se definió por su carácter racional y su propósito educador. Se diferenció de la poesía neoclásica por la clara presencia de ideas ilustradas, lo que determinó un estilo más diáfano. Entre sus máximos exponentes se encuentran Tomás de Iriarte, Félix María de Samaniego, José Cadalso y Juan Meléndez Valdés.
Poesía Prerromántica: La Sensibilidad Individual
Ante el fracaso de algunas ideas ilustradas y la consolidación de la sensibilidad individual como tema preferente, surgió la poesía prerromántica. Dentro de esta corriente, Juan Meléndez Valdés se erigió como el mayor representante de la poesía española del periodo. Su obra puede dividirse en dos etapas:
- Primera etapa (juventud): Con José Cadalso como modelo, predominaron las composiciones anacreónticas.
- Etapa de madurez: Influenciado por Melchor Gaspar de Jovellanos, su poesía adquirió un tono más reflexivo.
Los rasgos más destacables del estilo poético de Meléndez Valdés incluyen la imitación de la naturaleza, la influencia de modelos clásicos y españoles, la adecuación entre forma y contenido, y una notable variedad de temas, géneros y estrofas.