Poesía Social Española de los 50: Realidad, Compromiso y Transformación

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La Poesía Social de los Años 50 en España

La poesía social de los años 50 pretendía mostrar la verdadera realidad del país. La poesía se convirtió en un instrumento para transformar el mundo. El tema era la base sobre la que se construía el poema. La preocupación por España y el recuerdo y la superación de los odios provocados por la guerra civil eran temas permanentes. El destinatario ideal era la inmensa mayoría. La poesía debía dirigirse al mayor número de gente posible y dejar de ser un arte elitista. Para poder comunicarse con un amplio público se utilizaba un lenguaje directo y, muchas veces, prosaico. Tampoco resultaba extraño encontrar poemas de intención más narrativa que lírica.

Principales Exponentes de la Poesía Social

Los dos poetas más destacados de la poesía social son Blas de Otero y Gabriel Celaya. Mención aparte merece la figura de José Hierro, cuya poesía presenta, en un primer momento, muchos puntos de contacto con esta corriente.

Blas de Otero (1916-1979)

Entre sus libros de poesía social destacan Pido la paz y la palabra (1955) y Que trata de España (1964). Otero cultivó en sus primeras obras una poesía religiosa marcada por la influencia de San Juan. Sufrió una profunda crisis existencial e ideológica que le condujo al “desarraigo” poético y que desembocó finalmente en una inspiración político-social cuyo interlocutor era España, hacia la que el poeta mostraba sentimientos de amor y repudio.

Gabriel Celaya (1911-1991)

Desarrolló un estilo directo y una temática vital y cotidiana, que evolucionó hacia la denuncia social. A principios de la década de los cincuenta, publicó Cartas boca arriba, obra a la que siguió su libro más significativo, Cantos iberos (1955), donde empleó un tono combativo y presentó a la poesía como un modo de acción.

José Hierro (1922-2002)

Más joven que los poetas anteriores, mostró en sus primeros libros unos intereses próximos a los de la poesía social. Derivó hacia una lírica muy personal, de la que son rasgos distintivos la presencia de imágenes irracionales y la concepción de la realidad como un enigma que el verso puede desentrañar o expresar.

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