Poesía de Unamuno y Machado: Angustia Existencial y Regeneracionismo en la Generación del 98
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La Generación del 98: Contexto y Características Literarias
Los autores de la Generación del 98 se preocupan por exaltar lo castellano y los paisajes de Castilla, una Castilla decrépita, reflejo de España. En la descripción del paisaje castellano, encontramos la crítica al atraso y la pobreza, pero también mucho lirismo y emoción al describir esas tierras y sus gentes.
Otro tema tratado es la necesidad de europeizar el país. Los autores del 98 defienden la modernización de España y piensan que, para que eso sea posible, es necesario asimilar la civilización y el progreso europeos.
Finalmente, también muestran su preocupación por temas filosóficos, existenciales y religiosos, con una honda influencia romántica y un tono melancólico y pesimista. Tratan sobre los grandes problemas del ser humano: el paso del tiempo, el sentido de la vida, la muerte y las creencias religiosas.
Los autores del 98 proponen renovar el lenguaje literario frente al prosaísmo de la literatura realista. En sus textos, predomina la subjetividad y el lirismo. Se muestran contrarios a los adornos superficiales y a la ampulosidad del modernismo, y buscan un estilo antirretórico caracterizado por la sobriedad. Mezclan en sus obras léxico culto con palabras populares relacionadas con la tierra y el pueblo.
La Poesía de Miguel de Unamuno y Antonio Machado
Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno estudió Letras en Madrid y viajó por Europa durante su juventud. Obtuvo la cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca. Durante la dictadura de Primo de Rivera, se exilió a Francia. Con la llegada de la República, regresó a España y ocupó algunos cargos para el gobierno republicano.
Unamuno fue un hombre con grandes problemas existenciales y en sus obras se preguntó, sobre todo, por el sentido de la vida. Destacó en novela, ensayo y teatro, pero también cultivó la poesía. En su poesía, expresó su angustia existencial, reflejando el dolor que le provocaba el sentimiento de Dios, el tiempo y la muerte. Se sintió atraído por los metros tradicionales, aunque también encontramos presencia de las formas clásicas.
Entre sus obras poéticas destacan: Poesías, El Cristo de Velázquez y Andanzas y visiones españolas.
Antonio Machado
Antonio Machado nació en Sevilla, pero se trasladó a Madrid siendo joven, donde estudió en la Institución Libre de Enseñanza. Viajó a París, donde conoció a Rubén Darío. A su regreso, ejerció como profesor de Francés en Soria. Allí conoció a Leonor, con quien se casó y que moriría tres años después. Firme defensor de la República, se vio obligado a exiliarse a Francia, donde murió al poco de terminar la Guerra Civil.
Su trayectoria poética se inicia en la estética modernista con Soledades, obra que reelaboraría más tarde bajo el título Soledades, Galerías y otros poemas. En este poemario, ya encontramos los temas que tratará en su obra posterior: el tiempo, la soledad, la muerte y Dios. La poesía de esta etapa se caracteriza por el intimismo simbolista. Machado intenta sugerir, a través de símbolos (el sueño, la tarde, la fuente, la noria...), las más profundas e intensas sensaciones.
Con su posterior obra, Campos de Castilla, abandona la línea intimista y se vuelca hacia el exterior, defendiendo el regeneracionismo del país. En sus poemas, destaca la descripción del paisaje soriano como vehículo para describir el alma de España. También en esta obra se inicia el empleo de poemas muy breves, líricos o filosóficos, o basados en las coplas andaluzas (Proverbios y cantares).
Por último, escribió Nuevas canciones, donde expresa sus preocupaciones filosóficas y habla de temas como el ser, las relaciones entre filosofía y poesía, a través de dos personajes creados por él: Abel Martín y Juan de Mairena.