Poetas Españoles del Siglo XX: Hernández, García Lorca y Juan Ramón Jiménez
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Miguel Hernández (1910-1942)
Nació en Alicante. La lectura de los clásicos fue la única base de su formación como poeta. Durante la Guerra Civil se alistó como voluntario en el ejército republicano y, tras la derrota, fue detenido y encarcelado. Murió de tuberculosis en una prisión de Alicante. Miguel Hernández se inicia como poeta a principios de los años treinta y asume las tendencias estéticas que dominaban entre los poetas del 27: neogongorismo, surrealismo, neopopularismo y poesía de compromiso social, por lo que suele ser estudiado como un epígono del grupo poético del 27.
- En su primer libro de poemas, Perito en Lunas, escrito en octavas reales, se sitúa en la línea de la poesía neogongorina y se caracteriza por su hermetismo y por el empleo de metáforas audaces.
- En El rayo que no cesa, que incluye la famosa "Elegía a Ramón Sijé", la expresión de la pena amorosa se funde con una angustia metafísica y existencial. Se trata de una obra de madurez, en la que el poeta consigue un estilo personal en la que destaca la presencia de elementos simbólicos. En algunos poemas del libro se observa la influencia de la poesía impura de Pablo Neruda y del lenguaje surrealista de Vicente Aleixandre.
- Viento del pueblo es un libro, de tono combativo, íntimamente ligado a la experiencia de la guerra.
- Cancionero y romancero de ausencias es un libro inconcluso que constituye un auténtico diario íntimo de los últimos años de la vida del poeta. En sus versos vierte Miguel Hernández el dolor y la angustia producidos por la muerte de su hijo recién nacido y por la separación de sus seres queridos, especialmente de su esposa.
Federico García Lorca (1898-1936)
Nació en Granada. Se trasladó a Madrid, donde entró en contacto con otros poetas del grupo del 27. Destaca como poeta, aunque también se dedicó al teatro. Además de escribir obras dramáticas, dirigió el grupo universitario «La Barraca», con el que difundió el teatro por los pueblos de España. Murió fusilado en Granada.
Los primeros libros de García Lorca se sitúan en la línea del neopopularismo: Canciones, Romancero gitano y Poema del Cante jondo, son obras inspiradas en la poesía tradicional castellana, el folclore andaluz y el cante jondo. Lorca retoma de estas fuentes tradicionales y los somete a una cuidadosa elaboración artística.
Su libro Poeta en Nueva York manifiesta la influencia de la estética surrealista. Con este libro, Lorca se propone mostrar el fracaso mundo civilizado, que lleva al ser humano al desarraigo, la miseria, la soledad y la muerte.
Entre sus últimas obras destaca Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, elegía compuesta con motivo de la muerte de un torero amigo; y Sonetos del amor oscuro, en los que el poeta continúa la larga tradición de los sonetistas españoles.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
El poeta más representativo del Novecentismo. Juan Ramón Jiménez se ha convertido en uno de los grandes renovadores de la lírica del siglo XX. Él mismo diferenció tres etapas:
Época sensitiva (1900-1915)
Incluye sus primeros libros de poemas, entre los que destacan: Arias tristes, Jardines lejanos, Elegías, La Soledad sonora y Poemas mágicos y dolientes. Estas obras siguen la línea de la poesía modernista: adjetivación brillante, musicalidad, empleo de la sinestesia, evocación de ambientes melancólicos y de paisajes en los que el poeta proyecta su estado de ánimo.
Época intelectual (1916-1936)
En sus libros se observa el abandono definitivo de la estética modernista y la evolución hacia la poesía pura: eliminación de lo anecdótico y de lo sentimental, depuración expresiva y predominio de lo conceptual. Los títulos más representativos de esta segunda etapa son Diario de un poeta recién casado, Eternidades, Piedra y Cielo, Poesía y Belleza.
Época suficiente o verdadera (1936-1958)
Se agrupan los libros escritos durante el exilio Animal de fondo y Dios deseado y deseante, obras en las que el poeta manifiesta el gozo del hallazgo de lo eterno, lo infinito o lo invisible. En esta etapa destaca el poema "Espacio", en el que se suceden metáforas sorprendentes o de imágenes visionarias.