Polinización, Fruto y Dispersión de Semillas: Claves de la Reproducción Vegetal
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La Polinización: El Inicio de una Nueva Vida
Las flores pueden polinizarse a sí mismas (autopolinización), aunque lo más normal es que sean polinizadas con el polen de otras plantas de su misma especie (polinización cruzada).
Tipos de Polinización Cruzada
Polinización anemógama: El polen es dispersado por el viento para que alcance el carpelo de alguna flor de su especie. Para no fracasar, la planta debe generar una gran cantidad de polen, con el consiguiente gasto energético. Las flores de estas plantas, como las gramíneas, suelen carecer de pétalos coloreados.
Polinización entomógama: Los insectos se encargan de transportar el polen de una flor a otra. Para atraer a los insectos, las plantas han desarrollado todo tipo de estratagemas: flores con sépalos y pétalos de vivos colores, fragancias que atraen a los insectos y fábricas de néctar.
El Fruto: Estructura y Protección de la Semilla
El fruto es el ovario que, tras haber sido fecundado, se llena de nutrientes y engrosa su interior. Contiene una o varias semillas, que son los óvulos fecundados. Cuando el fruto madura, las paredes del ovario se desarrollan y originan una estructura que envuelve y protege la semilla, llamada pericarpo, formada por tres capas, que pueden ser carnosas o secas, delgadas o gruesas, según el tipo de fruto:
- Exocarpo: Forma la capa más externa, generalmente, la piel del fruto.
- Mesocarpo: Es la capa intermedia que, a menudo, es un tejido carnoso (como en la cereza), aunque a veces forma estructuras gruesas y resistentes (como en el coco).
- Endocarpo: Es la capa más interna que en algunos frutos, como el melocotón, forma una cubierta dura (hueso) que protege la semilla.
La Dispersión de las Semillas: Estrategias de Supervivencia
Existen diferentes mecanismos para que las semillas se alejen de la planta madre y puedan colonizar nuevos territorios.
Frutos autócoros (Autodispersión): Poseen sistemas de autodispersión que catapultan las semillas a distancia, como ocurre en las legumbres.
Frutos anemócoros (Dispersión por el viento): Tienen estructuras como alas o vilanos plumosos que facilitan su dispersión por el viento.
Frutos zoócoros (Dispersión por animales): Son dispersados por los animales. Los frutos secos desarrollan diversas adaptaciones, como sustancias pegajosas o ganchos para fijarse en los pelos y plumas de los animales. Los frutos carnosos engrosan sus paredes, se cargan de nutrientes azucarados y se vuelven apetitosos para ser comidos por los animales; así, las semillas se trasladan lejos de su lugar de origen, donde serán expulsadas con los excrementos, que servirán de fertilizante en los primeros días de la nueva planta.
Frutos hidrócoros (Dispersión por el agua): Son dispersados por el agua, por lo que presentan estructuras que facilitan la flotabilidad, como el coco.