Política Exterior de España en el Siglo XVIII: Equilibrio y Pactos de Familia

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Política Exterior Española en el Siglo XVIII (Parte 1)

El principio inspirador de la política internacional del siglo XVIII es el del equilibrio. Este ideal se ve afectado por las rivalidades comerciales y las guerras de expansión más allá de Europa.

La política exterior española del siglo XVIII gira en torno a dos ámbitos principales:

  • El Mediterráneo, donde se pretende la revisión del Tratado de Utrecht, lo que lleva a enfrentamientos con Gran Bretaña por intentos de recuperar Gibraltar y Menorca.
  • El Atlántico, pretendiendo conservar el Imperio.

Para equilibrar la presión británica, España recurre a acuerdos diplomáticos con Francia: los Pactos de Familia.

Felipe V accedió al trono por el testamento de Carlos II, desencadenando la Guerra de Sucesión, que finalizó con el Tratado de Utrecht. La oposición europea a Felipe V obligó a España a buscar la alianza con Francia.

A partir del segundo matrimonio de Felipe V, viudo de María Luisa de Saboya, con Isabel de Farnesio, la política española se italianiza. El objetivo era expulsar a los austríacos de Italia y conseguir estados para los hijos de este matrimonio. En 1717 se toman Cerdeña y Sicilia. Se forma la Cuádruple Alianza (Austria, Francia, Saboya e Inglaterra). Entonces, Felipe V despide a Alberoni y evacúa Sicilia y Cerdeña, consiguiendo la promesa de obtener Parma y Toscana.

En 1724, Felipe V abdicó en su hijo Luis I, quien murió siete meses después. De forma dudosamente legal, Felipe V reasumió el poder. Comienza así el segundo reinado de Felipe V.

Durante este periodo, se firma el Primer Pacto de Familia entre Francia y España, y más tarde el Segundo Pacto de Familia.

Política Exterior Española en el Siglo XVIII (Parte 2)

Una vez conseguido el objetivo de recuperación de territorios en Italia, los sucesores de Felipe V orientan su política exterior hacia el Atlántico.

Fernando VI sucedió a su padre Felipe V y llevó a cabo una política de paz armada, de equilibrio entre Francia e Inglaterra y de conservación y potenciación de las Indias.

En 1756 estalla la Guerra de los Siete Años entre Francia y Gran Bretaña. España no intervino, manteniendo una política de neutralidad.

A la muerte de Fernando VI sin herederos le sucedió su hermanastro Carlos, quien, con notable experiencia política, asumió el trono como Carlos III. Su largo gobierno llevó a cabo un intenso y amplio reformismo en todas las áreas del Estado. Es considerado el rey ilustrado por antonomasia. Su política exterior se centra en el Tercer Pacto de Familia.

En el Mediterráneo se inició una fuerte expansión comercial que se extendió a Turquía y a Marruecos.

El centro de la política exterior de este reinado fue el Atlántico, donde Gran Bretaña quería controlar las rutas navales. Carlos III firmó el Tercer Pacto de Familia con Francia. Como respuesta a esta nueva alianza, Inglaterra declaró la guerra a España. El conflicto se salda con la Paz de París de 1763, por la que España pierde Sacramento (territorio entre Florida y Mississippi), consigue Luisiana, La Habana y Manila, y pierde las Malvinas.

Pocos años después de la Paz de París, la Guerra de Secesión de las colonias británicas de América del Norte brindó a Francia la oportunidad de oponerse a Inglaterra: apoyó directamente a los rebeldes. España decidió socorrer a los sublevados contra su metrópoli. España intentó recuperar Gibraltar, lo que no logró, pero consiguió Menorca.

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