El positivismo de Comte y su influencia en la sociedad moderna

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COMTE (1820-1850): La concepción de la física social

COMTE (1820-1850), alumno de Saint-Simón, toma de una manera más definida la concepción de la nueva ciencia y la denomina física social. Contrasta lo organizador y positivo de lo revolucionario y negativo. El pensamiento comteano, desde una perspectiva capitalista, primaba en la administración ordenada de la sociedad. Destaca la actitud del espíritu positivo para construir la única solución intelectual aplicable al desencadenamiento de la gran revolución y lograr un nuevo orden.

La revolución de 1830 y el surgimiento de la segunda república

La revolución de 1830 derivó en el surgimiento de la segunda república. Desde la perspectiva de Comte, el progreso y el orden constituyen las condiciones fundamentales de la civilización moderna. La filosofía no podía adaptarse al conjunto de las necesidades sociales.

La formación de los fenómenos sociales

Este pensador positivista sostiene que la formación de los fenómenos sociales es la misma que la de los físicos.

El reemplazo del estudio de las causas mediatas

La corriente positivista promueve el reemplazo del estudio de las causas mediatas por el análisis comparativo de leyes. Los fenómenos son categorizados de acuerdo con las pautas de índole natural. Se renuncia a explicaciones teológicas y metafísicas, reemplazando los fenómenos sociales por leyes.

El significado del término positivo

Comte asume el término positivo como real, útil, verificable y opuesto a lo negativo y preciso. No busca la esencia del ser. Para Comte, el orden social es espontáneo y no admite contradicciones. Su visión era autoritaria, representando a los sectores conservadores afectados por una sociedad conflictiva y cambiante. El movimiento subordina el equilibrio. La ciencia permitirá poner orden para que el gobernante pueda gobernar.

El positivismo lógico en la sociedad moderna

El positivismo lógico, vigente en la actualidad, reconoce las virtudes del progreso propio y de la sociedad en su conjunto, dentro de un marco ordenado que no ponga en peligro la posición social ni los ingresos y propiedades obtenidas gracias al sistema capitalista.

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