Postimpresionismo: Gauguin y Cézanne, dos miradas innovadoras

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Paul Gauguin (1848-1903)

Gauguin sustituyó la perspectiva por la pintura plana, el cromatismo natural por el subjetivo y la espontaneidad impresionista por la creación conceptual de la realidad. Inició su obra bajo la influencia de los impresionistas, con quienes expuso desde 1879 hasta 1882.

Vivió en Bretaña, formando parte del grupo de pintores de la escuela Pont-Aven, quienes buscaban:

  • Delimitar las figuras mediante el dibujo.
  • Usar el color sin fragmentos y distribuirlo en varias zonas.
  • Representar acciones y no solo paisajes.

Adoptó un estilo que denominó sintetismo, menos naturalista e inspirado en las vidrieras medievales y en los grabados japoneses que conoció gracias a Van Gogh. Quería expresar sus sentimientos, el arte debía ser un símbolo de sus sentimientos profundos del hombre (precedente al simbolismo). Sus experimentos cromáticos son un precedente del Fauvismo, y la fuerza expresiva de sus cuadros influyeron en el Expresionismo.

Obras destacadas:

  • Visión después del sermón
  • Ta Matete (el mercado)

Paul Cézanne (1839-1906)

Cézanne fue un pintor francés postimpresionista, considerado el padre de la pintura moderna, cuyas obras establecieron las bases de la transición entre la concepción artística decimonónica hacia el mundo artístico del siglo XX, nuevo y diferente. Sin embargo, mientras vivió, Cézanne fue un pintor ignorado que trabajó en medio de un gran aislamiento. Desconfiaba de los críticos, tenía pocos amigos y, hasta 1895, expuso sólo de forma ocasional. Fue un «pintor de pintores», apreciado sólo por algunos impresionistas y, al final de su vida, por la nueva generación.

Cézanne intentó conseguir una síntesis ideal de la representación naturalista, la expresión personal y el orden pictórico. Manifestó un interés progresivo en la representación de la vida contemporánea, pintando el mundo tal como se presentaba ante sus ojos, sin preocuparse de idealizaciones temáticas o afectación en el estilo. Luchó por desarrollar una observación auténtica del mundo visible a través del método más exacto de representarlo en pintura que podía encontrar. Son muy características y fácilmente reconocibles sus pinceladas, a menudo repetitivas, sensibles y exploratorias.

Obras destacadas:

  • Jugadores de cartas
  • Manzanas y naranjas

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