Potestades Administrativas: Regulación, Discrecionalidad y Control
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Reservamos el término potestad cuando el indicado poder se atribuye a un sujeto, pero en interés de otro. Para asegurar que se emplea para la satisfacción de este interés ajeno, la norma jurídica objetiva las circunstancias que precisa su aplicación; en presencia de tales circunstancias, el poder conferido por el ordenamiento jurídico resulta obligatorio. En el campo del derecho administrativo, el conjunto de posiciones jurídicas activas que la administración ostenta son potestades para asegurar que tales poderes van a emplearse para la realización de los intereses generales, cuyo titular no es la administración sino la colectividad.
En el derecho privado lo que se atribuyen son derechos subjetivos.
Potestades Administrativas: Reglada vs. Discrecional
B) Ahora bien, es preciso trazar una distinción fundamental en el ámbito de las potestades administrativas: las potestades administrativas regladas o discrecionales.
- Las potestades administrativas tienen carácter reglado cuando las normas jurídicas determinan las condiciones para su ejercicio, y son discrecionales si algunas condiciones no se precisan por las normas jurídicas. Las potestades discrecionales no se transforman en derechos subjetivos porque siguen siendo los intereses generales los que determinan su ejercicio; las normas jurídicas remiten su apreciación singular a las circunstancias concurrentes en cada caso.
- Es claro que las diferencias existentes en la configuración de las potestades administrativas en uno y otro caso son particularmente relevantes. En las potestades regladas, todas las condiciones requeridas para el ejercicio de la potestad están previstas por la norma, se impone un control pleno y sin fisuras sobre el ejercicio de estas potestades. Dicho control no podrá ejercerse con la misma intensidad ante una potestad discrecional, en cuanto que en estos casos la norma no establece todas las condiciones requeridas para su ejercicio, sino que remite al menos algunas de ellas al criterio de la administración. El control es más limitado en el caso de las potestades discrecionales.
El Desafío de la Discrecionalidad Administrativa
Ahora bien, no cabe ignorar que la discrecionalidad administrativa constituye un problema para el derecho administrativo; se ha aludido a la discrecionalidad como el auténtico caballo de Troya del derecho administrativo. Los remedios dispuestos por nuestro ordenamiento jurídico no para eliminar, pero sí para racionalizar el ejercicio de la discrecionalidad administrativa, por un lado se trata de acotarla suficientemente; por otro lado, se trata de extremar la eficacia de los mecanismos de control dispuestos por el ordenamiento jurídico.