Preparación de 250 ml de Disolución 1M de Ácido Clorhídrico
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Preparación de 250 ml de una Disolución 1M de Ácido Clorhídrico
Para la realización de esta práctica, es necesario calcular el volumen de ácido clorhídrico concentrado que se necesitará. Si deseamos preparar 250 ml de disolución 1M y el reactivo del que partimos tiene una concentración del 37% en peso de HCl y una densidad de aproximadamente 1,19 g/ml, debemos calcular la cantidad que debemos tomar a partir del siguiente cálculo:
0,25 L * 1 mol/L * (1,0 + 36,5) g/mol / (0,37 * 1,19 g/ml) = 20,7 ml de HCl concentrado
Precauciones de Seguridad
Todas las operaciones que vienen a continuación deberían realizarse en una campana de gases, ya que la disolución de HCl emana vapores de cloruro de hidrógeno que pueden producir problemas respiratorios y problemas cutáneos.
Procedimiento
- Medición del Ácido Clorhídrico Concentrado: Para medir de manera correcta esta cantidad, se procede a verter desde el frasco que contiene el reactivo en una probeta una cantidad ligeramente superior a la que tenemos que utilizar para preparar la disolución. Este volumen de HCl concentrado se trasvasa a un vaso de precipitados, ya que no es recomendable utilizar la pipeta directamente en la probeta.
- Pipeteo: Una vez trasvasado el HCl concentrado al vaso de precipitados, se procede a pipetear los 20,7 ml calculados. Para ello, se utilizará una pipeta que tenga una escala que permita la medida de distintos volúmenes. Es importante recordar que, para que la medida de volumen sea correcta, la línea de aforo ha de ser tangente al menisco formado por el líquido y la línea ha de estar a la altura de los ojos para evitar errores de paralaje.
- Trasvase al Matraz Aforado: El líquido de la pipeta ha de ser trasvasado directamente a un matraz aforado de 250 ml con la ayuda de un embudo, de manera que la pipeta se vacíe apoyándola en la pared del embudo. Puede ocurrir que en el extremo inferior de la pipeta quede parte del líquido sin vaciarse, pero nunca se debe proceder a forzar su vaciado y mucho menos a soplar para hacerlo, ya que la pipeta está diseñada para que ese volumen de líquido no haya sido computado en el volumen medido, por lo que habrá de desecharse. Además, el soplado introduciría un nuevo factor de error por posibles contaminaciones del reactivo.
- Enrase y Homogeneización: Antes de retirar el embudo del matraz aforado, lo lavaremos con agua destilada en un frasco lavador, arrastrando el reactivo que pudiera haber quedado, mojando las paredes del embudo para evitar pérdidas del reactivo. Procederemos, ya sin el embudo si ello es posible, a añadir agua destilada con el frasco lavador hasta que el volumen total se acerque a la línea de aforo. A partir de ese punto, se completará con agua destilada el volumen con la ayuda de un cuentagotas para evitar cometer errores por exceso, que obligarían a repetir todo el proceso.
- Almacenamiento: Por último, ya solo restaría trasvasar la disolución preparada a una botella etiquetada.