Preparación del Suelo para Plantar: Técnicas Esenciales y Cuidados Post-Plantación

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Preparación del Terreno para Plantar: Fundamentos y Objetivos

La preparación del terreno para plantar abarca todas las labores agrícolas destinadas a dejar el suelo en condiciones óptimas para el desarrollo posterior de las plantas. Los objetivos principales de esta fase crucial son:

  1. Remover, mullir, igualar y alisar el suelo: Esto permite airearlo, mejorar su estructura y aumentar su capacidad de retención de agua.
  2. Eliminar elementos indeseados: Se busca erradicar piedras, restos de flora espontánea (malas hierbas) y residuos de cultivos anteriores para evitar la competencia por nutrientes y espacio.
  3. Incorporar enmiendas y abonos: Aplicar en profundidad enmiendas orgánicas y abonos mejora significativamente la calidad y fertilidad del suelo.
  4. Facilitar el desarrollo radicular: Un suelo bien preparado promueve un crecimiento radicular fuerte y profundo en los árboles y plantas.
  5. Superar limitaciones físicas: Ayuda a corregir problemas como la compactación del suelo, creando un ambiente propicio para el crecimiento.

Tipos de Labores para la Preparación del Terreno

Existen dos categorías principales de labores para preparar el terreno, adaptadas a diferentes escalas y condiciones:

  1. Labores Manuales:

    La preparación manual se aplica exclusivamente en pequeñas parcelas o cuando la mecanización es inviable. Ejemplos comunes incluyen cavas y la creación de hoyos individuales para la plantación.

  2. Labores Mecánicas:

    Estas pueden ser de dos tipos:

    • Integral: Consiste en un desfonde profundo y un subsolado, que trabajan el suelo en su totalidad para una preparación exhaustiva.
    • Localizada: Se enfoca en áreas específicas y puede realizarse mediante:
      • Fajas: Utilizadas en terrenos anchos, donde se trabaja una franja específica (la anchura de la vertedera suele ser de 3-4 metros), reduciendo la superficie total de trabajo.
      • Surcos: Se mueve solo la capa superficial de la zona de plantación, ideal para cultivos en línea.
      • Hoyos: Preparados específicamente para insertar el cepellón de la planta en el agujero.

Labores Complementarias Post-Arado

Para plantar con raíces pequeñas, el suelo, incluso después de usar la vertedera y el subsolador, a menudo no está completamente preparado. Se requieren labores complementarias con aperos más pequeños que refinan la cama de siembra, como:

  • El cultivador
  • La grada de discos
  • Las fresadoras (que rompen los terrones y pulverizan el suelo)

Enmiendas del Suelo: Corrección y Mejora de la Fertilidad

La aplicación de enmiendas se utiliza para corregir y mejorar el suelo antes de la plantación, garantizando un desarrollo inicial óptimo y creando una reserva de nutrientes para los primeros 2-4 días. Los tipos de enmiendas más comunes incluyen:

  • Enmiendas Orgánicas: Como el mulching vivo o compost, que mejoran la estructura del suelo y aportan nutrientes de liberación lenta.
  • Enmienda Caliza (Encalado): Se aplica cuando el pH del suelo es inferior a 6 para subirlo, corrigiendo la disponibilidad de nutrientes que podrían estar inmovilizados en suelos ácidos.
  • Enarenado: Aportación de arena para mejorar el drenaje en suelos pesados. Es un proceso costoso, comúnmente utilizado en jardinería.
  • Aporte de Tierra Arcillosa: Se utiliza para mejorar la retención de agua y nutrientes en suelos demasiado drenantes o arenosos.

Cuidados Posteriores a la Plantación para un Desarrollo Exitoso

Una vez realizada la plantación, una serie de cuidados son esenciales para asegurar el establecimiento y desarrollo saludable de las plantas:

  1. Colocación de protecciones en el tronco: Para proteger contra roedores, maquinaria o daños solares.
  2. Colocación de alambres y postes: Para tutorar y dar soporte a las plantas jóvenes.
  3. Colocación de cubiertas plásticas: Especialmente durante los primeros años de plantación, si hay una alta presencia de malas hierbas, para suprimir su crecimiento.
  4. Riego: Fundamental durante los primeros años, incluso en zonas de secano, para asegurar la hidratación de las raíces.
  5. Poda de formación: Se inicia para dar la forma deseada a la planta y promover un crecimiento equilibrado.
  6. Defensa fitosanitaria: Aplicación de tratamientos preventivos o curativos si es necesario para controlar plagas y enfermedades.
  7. Eliminación de malas hierbas: Continuar con el control de la vegetación espontánea para evitar la competencia por recursos.

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