Cómo Prevenir y Tratar Distensiones Musculares: Consejos para Deportistas
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Prevención de Distensiones Musculares
Para evitar las distensiones musculares, es fundamental seguir una serie de recomendaciones:
- Calentamiento adecuado: Realizar un buen calentamiento antes de cualquier actividad física es crucial para preparar los músculos.
- Estiramientos correctos: Evitar los estiramientos mediante rebotes, optando por estiramientos suaves y controlados.
- Intensidad progresiva: Adecuar la intensidad y exigencia del esfuerzo a la capacidad y características individuales de cada persona.
- Reinicio gradual: Tras una inactividad prolongada, reemprender el entrenamiento de forma gradual.
- Reducción del esfuerzo: En caso de sobreentrenamiento o agotamiento, reducir el esfuerzo, especialmente si se han sufrido calambres o contracturas previas.
- Masaje adecuado: Evitar el masaje violento, por el riesgo de microlesiones que favorecen la rotura.
- Hidratación: Mantener un buen nivel de hidratación durante el esfuerzo.
- Material deportivo: Utilizar material deportivo adecuado a la actividad que se realiza.
- Precauciones en jóvenes: Las precauciones deben ser extremas en el caso de deportistas jóvenes y en periodo de crecimiento.
Tratamiento de Distensiones Musculares
En todos los casos de distensión muscular, se debe interrumpir la actividad inmediatamente.
Tipos de Distensiones y su Tratamiento
a) Distensión o Elongación Muscular
Se recomienda reposo relativo. Si se continúa con la actividad, se corre el riesgo de agravar la lesión. Aplicar frío local inmediatamente después de producirse la lesión, para posteriormente aplicar masaje suave y calor (siempre por manos expertas). El plazo de curación es de aproximadamente 2 a 3 días.
b) Rotura Simple
Requiere reposo absoluto. El calor, el masaje y el estiramiento no deben aplicarse como primera medida. El tratamiento puede durar entre 7 y 8 días. Solo después de este plazo se iniciarán los masajes. Es indispensable la rehabilitación activa diaria para evitar la atrofia muscular, combinando el masaje con ejercicios isométricos y de pequeño recorrido articular. Acelerar la incorporación a la actividad conlleva riesgos de recaída. La mayor complicación que presenta es la rotura recidivante (repetitiva).
c) Rotura Parcial y Profunda
Se recomienda crioterapia, vendaje compresivo suave centrípeto, elevación y reposo absoluto. El calor, el masaje y el estiramiento están contraindicados. La aplicación de frío debe ser durante un máximo de 12-20 minutos, varias veces al día y durante 4 o 5 días. La inmovilización se prolonga de 4 a 6 semanas. La reanudación de la actividad se efectuará a partir de la 8ª o 10ª semana después de la lesión. En ocasiones, es necesaria la intervención quirúrgica. A partir del 7º día, se puede aplicar tratamiento fisioterápico (calor en forma de ultrasonidos, microondas, etc.; masajes periféricos, etc.).
d) Rotura Total
El traslado a un centro sanitario debe ser rápido. El tratamiento será quirúrgico.