El Primer Motor Inmóvil: La Vía del Movimiento en Aristóteles y Santo Tomás de Aquino
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Nociones Fundamentales: El Movimiento y el Primer Motor
El Movimiento y el Primer Motor (Primera Vía de Santo Tomás)
En su primera vía para demostrar la existencia de Dios, Santo Tomás de Aquino parte del hecho de que en el mundo material existen cosas que se mueven. Él entiende el movimiento, al igual que Aristóteles, como un tipo de cambio más entre otros. En este caso, se trataría del «cambio de lugar» en el que se encuentra una cosa.
Sin embargo, no solo observamos que hay cosas que cambian de lugar, sino que existen distintas clases de cambio:
- Cambios sustanciales: como la generación (pasar del no-ser al ser) y la corrupción (pasar del ser al no-ser).
- Cambios accidentales: como el cambio local o de lugar.
Santo Tomás de Aquino, siguiendo la línea de Aristóteles, aborda el problema del cambio (y el movimiento) con la teoría del acto y la potencia. Aristóteles argumentó que ni los presocráticos ni Platón lograron resolverlo porque no se percataron de que el mundo material está formado por seres que son una mezcla de ser y no-ser. Es decir, que una cosa tiene la potencia de llegar a ser otra cosa, aunque aún no lo sea.
Por ejemplo: una piedra no es un árbol ni puede llegar a serlo, mientras que una semilla, por el contrario, tampoco es un árbol, pero sí puede llegar a serlo. De modo que, según Aristóteles, la semilla es un árbol en potencia porque tiene la capacidad de convertirse en árbol. Y el cambio o movimiento sería el paso de la potencia al acto, cuando lo que es solo posible se convierte en algo real.
El Origen del Cambio: Hacia el Primer Motor Inmóvil
Pero, ¿por qué se produce el cambio? ¿Cuál es su origen? Aristóteles contestará que «todo lo que se mueve es movido por otro». Es decir, que el cambio que se produce en toda sustancia es producido por otra sustancia. Las sustancias son los objetos que están compuestos de materia y forma. Donde la forma es lo que Platón llamaba «Idea», la esencia de una cosa, lo que hace que una cosa sea lo que es y permanece a pesar de los cambios que experimenta esa cosa; mientras que la materia sería aquello que cambia.
De este modo, podemos concluir que todos los seres (sean artificiales o naturales) requieren de otros para que se produzca en ellos el cambio. Dado que buscar la explicación del cambio de un ser nos conduciría a otro, y este a su vez a otro, en una regresión infinita, Aristóteles y Santo Tomás de Aquino concluyen que debe haber un Primer Motor o una primera causa del movimiento o del cambio de todos los seres que cambian o se mueven.
Santo Tomás de Aquino afirma que los cristianos lo denominan «Dios». Habría que añadir que dicho Primer Motor será inmóvil, porque si se moviese, tendría que haber otro motor anterior a él que provocara su movimiento, de acuerdo con el principio de que «todo lo que se mueve es movido por otro».