La Primera Guerra Carlista y la Evolución Política en España

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La Primera Guerra Carlista

A la muerte de Fernando VII (29 de septiembre de 1833) estalla un conflicto sucesorio. La Primera Guerra Carlista fue algo más complejo que un conflicto sucesorio, tuvo también un componente ideológico. El carlismo defendía el absolutismo con una alianza del altar y el trono, asumió la defensa de los fueros del País Vasco y Navarra. La guerra se divide en 3 fases:

  • 1ª Fase (1833-1835): victorias carlistas
  • 2ª Fase (1835-1837): carlistas realizan varias expediciones hacia el sur
  • 3ª Fase (1837-1839): Los carlistas tienen una actitud defensiva y dan signos de agotamiento.

Consecuencias: Navarra perdió su carácter de reino, pero mantuvo una autonomía, que le permitía tener la Diputación Foral, administrar impuestos y tener competencias administrativas.

Evolución política, partidos y conflictos

El reinado de Isabel II se divide en:

Las Regencias (1833-1843)

- Regencia de María Cristina (1833-1840): Este periodo estuvo marcado por la 1ª Guerra Carlista. La regente se tuvo que apoyar en los liberales como Martínez de la Rosa para defender el trono de su hija.

- Regencia de Espartero (1840-1843): Su ideología era progresista, pero gobernó al margen de ese partido, llegando incluso a enfrentarse con él. Los nombramientos de ministros recaían en personas de su círculo de amistades. No obstante, tomó medidas de línea progresista.

Reinado efectivo (1843-1868)

La década moderada (1844-1854): La figura más importante es Narváez, varias veces presidente de gobierno.

Principales medidas legislativas de esta etapa fueron:

  • La limitación de los derechos individuales.
  • Una ley electoral restringía el derecho al voto al 1% de la población.
  • La ley de imprenta incorporaba una amplia censura.

El bienio progresista (1854-1856): La revolución comenzó con el pronunciamiento de O’Donnell en las afueras de Madrid (Vicalvarada), éste firmó junto con el general Serrano el Manifiesto de Manzanares, que prometía una reforma política, con lo que se ganó el apoyo de los progresistas y demócratas que lideraban un alzamiento en Madrid.

La vuelta al moderantismo (1856-1868): Tras 2 años de gobierno moderado con Narváez, se produjo el llamado Gobierno Largo de O’Donnell (1858-63) que se caracterizó por la estabilidad social y el crecimiento económico propiciado por la construcción de los ferrocarriles y las grandes inversiones bancarias y bursátiles. El triunfo de la revolución de 1868, conocida como la Gloriosa, supuso la marcha de la reina al exilio francés (29 de septiembre de 1868).

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