La Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa
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La Primera Guerra Mundial (1914-1919)
En el contexto previo a la Primera Guerra Mundial, algunos pueblos europeos buscaron unificarse y extender sus fronteras, lo que provocó tensiones territoriales. Para defenderse, se formaron alianzas defensivas, algunas de las cuales se mantuvieron hasta 1914 y marcaron un período que los historiadores llamarían Paz Armada. Durante este tiempo, los principales países europeos comenzaron a prepararse para la posibilidad de una guerra.
En junio de 1914, estalló la Primera Guerra Mundial, llamada en aquel momento la Gran Guerra. Los dos bandos en conflicto eran la Triple Alianza, formada por Alemania y los imperios Austro-Húngaro y Otomano, y la Triple Entente, formada por Francia, Rusia y Gran Bretaña. Estos bandos comenzaron un feroz enfrentamiento que obedecía a intereses sobre todo económicos, políticos e ideológicos. Por ejemplo, Alemania -unificada en 1871- quiso disputar el poder de Francia y poner fin a la influencia económica británica.
La guerra no tardó en extenderse a toda Europa y llegó a convertirse en mundial, ya que además involucró a naciones de otros continentes que se incorporaron a uno u otro bando. En 1917, Estados Unidos, que se había mantenido neutral, ingresó al conflicto a favor de la Triple Entente. Este hecho fue fundamental, pues sacó a la guerra del estancamiento. A mediados de 1918, las tropas de la Entente vencieron a los alemanes y se iniciaron las negociaciones de paz a cargo del presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson. Finalmente, en 1919, los representantes alemanes y las potencias aliadas firmaron el Tratado de Versalles, que dio por terminado el conflicto. La guerra dejó un saldo de más de 9 millones de muertos.
La Revolución de 1917 y el Surgimiento de la Unión Soviética
Durante los tiempos de la Segunda Revolución Industrial, en el Imperio Ruso no se produjeron grandes cambios en la estructura económica y social. Pocas ciudades se desarrollaron, mientras que la mayor parte de la población vivía en áreas rurales y pasaba hambre y necesidades. Todos estos problemas fueron agravados por la participación rusa en la Primera Guerra Mundial.
En 1917, comenzaron fuertes protestas en contra del Zar Nicolás II. Algunos campesinos (la clase más oprimida), junto con obreros y artesanos urbanos, se organizaron en comités llamados soviets y llevaron a cabo una revolución que finalizó con la abdicación del Zar. En el primer momento, se creó un gobierno liberal, de tendencia republicana, pero sus medidas no consiguieron mejorar las condiciones de vida de la población, agravadas por la decisión de seguir participando en la guerra. Esta situación favoreció a los bolcheviques, una facción revolucionaria que, bajo el liderazgo de Vladimir Illich Ulianov (conocido como Lenin), se rebeló con la consigna "¡Pan, tierra y paz!". En octubre de 1917, los bolcheviques tomaron por asalto la sede del gobierno en San Petersburgo, poniendo fin a la experiencia liberal. A principios de 1918, Lenin proclamó la creación de un régimen basado en el comunismo, que a partir de 1922 pasaría a denominarse Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Consecuencias Mundiales de la Guerra
En los países latinoamericanos, la guerra ocasionó trastornos. La mayoría de estos estados, principalmente Argentina, proveía materias primas a Europa, pero la guerra submarina declarada por los alemanes puso en serio riesgo el comercio a través del océano.
Los grandes imperios como el Otomano, el Austro-Húngaro y el Ruso cayeron y fueron reemplazados por nuevos regímenes, mientras que los territorios de las naciones vencidas fueron repartidos. Todo el escenario mundial sufrió importantes cambios. Por un lado, Estados Unidos adquirió un papel predominante, ya que su industria continuó creciendo, mientras que las potencias europeas perdieron gran parte de su influencia política y económica.