Primeros Auxilios para Quemaduras y Hemorragias
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Primeros Auxilios para Quemaduras
1. Hacer seguro el lugar del accidente y, en cuanto sea posible, separar a la víctima de la fuente de calor agresora.
2. Valorar el ABC (vía aérea, respiración, circulación) y asegurar el mantenimiento de las constantes vitales, sobre todo en pacientes con quemaduras en la cara, que van a presentar rápidamente edema y graves complicaciones respiratorias.
3. Enfriar la zona quemada inmediatamente con agua corriente durante 10 minutos; dependiendo de la extensión de la quemadura y de la zona corporal quemada se pueden aplicar paños empapados en agua o sumergir la zona en un recipiente tipo barreño.
4. Si la quemadura es química, ampliar el periodo de lavado y arrastre del cáustico con agua, a un tiempo de 15-20 minutos. Después, tratar como el resto de las quemaduras. En el caso de salpicaduras de cáusticos a los ojos, lavar en el mismo lugar del accidente con abundante agua durante un mínimo de 20 minutos. Si solo se ha afectado un ojo, cuidar que el agua residual de lavado no entre en contacto con el ojo sano.
5. Cubrir con apósitos estériles, si es posible, o muy limpios. En quemaduras grandes y extensas cubrir al paciente con una sábana como aislamiento, o mejor aún, si se dispone de él, con un paño metálico isotérmico o manta térmica para prevenir la hipotermia que se produce con frecuencia en estos pacientes.
6. En quemaduras extensas de miembros, cubrir con toallas o pañuelos limpios húmedos y elevar el miembro.
Primeros Auxilios para Hemorragias
- Compresión directa: Utilizar gasas para comprimir directamente la herida. Se utilizan guantes siempre que sea posible. Si se empapan de sangre no se retiran, se colocan nuevas gasas sobre las anteriores. Se debe realizar durante 10 minutos o hasta parar la hemorragia.
- Elevación del miembro: Si la herida es en un miembro y no hay sospecha de fractura, este se eleva por encima del corazón, manteniendo en todo momento la compresión.
- Vendaje compresivo: Si la hemorragia no para, se utiliza una venda elástica sobre la herida, manteniendo las gasas usadas anteriormente. Debe apretar, pero no en exceso.
- Punto de compresión arterial: Únicamente cuando la hemorragia tenga lugar en una extremidad y los pasos anteriores no hayan sido suficientes. Consiste en localizar la arteria principal que irriga la extremidad afectada en la raíz de esta, consiguiendo al comprimir sobre ella una reducción importante del aporte de sangre a esa zona, pero sin interrumpir el retorno venoso que sale del miembro. Debe hacerse con el puño, bien con la parte de los nudillos o con el canto o el talón de la mano y colocando entre medias una compresa o apósito que permita comprimir disminuyendo el dolor sobre la zona. Se debe mantener la compresión hasta la llegada de la asistencia sanitaria.
- Torniquete: Debe hacerse solo y únicamente en casos excepcionales, ya que no está recomendado en ninguna herida.